Siempre es interesante conocer más sobre las variantes, distintas Tierras o diferentes presentaciones de los personajes clásicos, en especial, si hablamos de DC. Y esta versión del murciélago nos trae muchas cosas nuevas o cambiadas.
Batman: el enmascarado (Bruce Timm, 2024) nos cuenta los primeros años del vigilante/justiciero, justo cuando se está forjando su leyenda, y cómo le van apareciendo diversos enemigos, uno más estrafalario que el anterior.
Sin embargo, a diferencia de los adversarios ya conocidos, las historias cambian ligeramente. Ahora, es La Pingüino, Gatubela es una niña rica, Dos caras se lanza para alcalde.
A la par se suma un lado más oscuro o mágico a la historia de Batman, lo que le ofrece una atmósfera distinta a lo que se conocía del héroe en productos audiovisuales, en particular, televisivos.
Sin embargo, a diferencia de los adversarios ya conocidos, las historias cambian ligeramente. Ahora, es La Pingüino, Gatubela es una niña rica, Dos caras se lanza para alcalde.
Siendo sinceros, los cambios no caen del todo bien, en especial, para un añejo fan de los cómics, series de animación y películas relacionadas con el enmascarado; pero no son descabellados.
Uno llega a entender cómo funciona la lógica de la serie. La construcción de personajes en su mayoría es limitada, no profundizan en los secundarios y la de Batman se va forjando conforme avanzan los capítulos.
Podríamos decir que hasta algunos villanos no llegan a tener mucho sentido ni crecimiento.
El entorno retro funciona. Los colores con tendencia a los claroscuros, también, son un buen aporte, al igual que el aspecto sonoro. Los dibujos y la caracterización física de los personajes están muy bien construidos, lo que compensa, en algo, a la falta de definición de carácter.
Todo cambia hacia los capítulos finales, cuando se encamina a un desenlace interesante con una escena poscréditos que da un chance para tenerle fe a la segunda temporada que vendrá.
Esta nueva serie no agrega contenido significativo a la historia de Batman, más bien tiende a confundir a un público novato y, seguro, genere cierto enojo o incomodidad en los fanáticos, aunque puede servir para definir como fueron los primeros momentos de Batman.
Verlo cometer errores, como no es el ser astuto, calibrado y frío que conocemos, pero sabiendo que esos fallos lo conducirán a ello, permite comprender todo ese proceso.
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Esta versión de Batman resulta atractiva, por momentos, pero lo compensa su agilidad y buen ritmo, aunque deja mucho que desear en presentación y desarrollo de personajes.
Debemos darle la oportunidad y, tal vez, llegue a engancharnos para continuar consumiendo las historias del encapuchado caballero de la noche, que nos trae Prime Video.