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Trujillo: banda de rock Los Cuervos de Poe llega con buenas nuevas

La escena musical de La Libertad se sacude con el aleteo vigoroso y potente de un grupo musical duro y puro.

Es viernes, son las diez de la noche y en el salón Dada, que es una especie de bar perfectamente subte ubicado en el jirón San Martín, más de 50 personas aguardan por la banda trujillana Los Cuervos de Poe.

Y de la oscuridad mezclada con las luces de colores van ‘aterrizando’ Los Cuervos: Rafael Aranaga, Davico Aranaga, Jair Castro, Jorge ‘Coco’ Camayo y Mario Revoredo.

Las botas rockeras pisan firme la vieja madera del lugar. Y allí los ves, concentrados, acomodando los instrumentos en el pequeño escenario.

El nombre del evento es Laberinto sonoro. “Nos hemos reunido un conjunto de bandas, que trabajamos profesionalmente para poder desarrollar este proyecto”, dice Davico, el guitarrista principal de la banda.

Un grupo de personas disfrutan del concierto de la banda de rock Los Cuervos de Poe en el Salón Dada de Trujillo.

Mientras la banda Desidio se prepara en el escenario para cerrar la noche de las presentaciones.

Los Cuervos de Poe en compañía

Laberinto sonoro está conformado por bandas que nacieron en el corazón de la ciudad, algunas ya llevan varios años en la escena como es el caso de Extraño Deseo y otras apenas se acaban de asomar al mundo acorazado de la música, como es el caso de Los Cuervos de Poe, Desidio y Nena Pop.

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Además, este proyecto busca que el rock and roll vuelva a ser protagonista en Trujillo. “Aquí no estamos acostumbrados a tocar este tipo de música, aunque parezca extraño lo que digo”, confiesa Davico.

Así mismo nos permite conocer su idea sobre lo que tendría que tener un músico de este género: “Mucha pasión, fuerza y actitud”.

Las cabezas se agitan, los cuerpos se comienzan a mover al ritmo del rock. Hay energía, fuerza y actitud en cada Cuervo.

En el público también: corean, vuelven a mover las cabezas. Hay un éxtasis que va naciendo.

Hasta el enorme gato pintado al fondo del lugar parece contagiado de la música. El cantante principal, Rafael Aranaga, se aferra al micro con más fuerza como un hombre que se agarra a un salvavidas en medio de la tormenta. 

Algo similar ocurre con el resto de músicos que están en el escenario. Y mientras todo esto sucede, bajo la noche de verano, solo se puede pensar en un verso del poema El cuervo de Edgar Allan Poe:

“Aun con tu cresta cercenada y mocha -le dije-.

no serás un cobarde.

hórrido cuervo vetusto y amenazador.

Evadido de la ribera nocturna.

¡Dime cuál es tu nombre en la ribera de la Noche Plutónica!”

Y el Cuervo dijo: “Nunca más.”

Y así es como se vive en algún bar hermosamente subte del centro de la ciudad, y así es como Los Cuervos de Poe descienden en la ciudad, levantando el polvo del viejo rock and roll.

Texto y fotos: Luis Alejandro García