El juicio oral contra Arturo Fernández, alcalde de Trujillo, ha sufrido un nuevo retraso debido a la presentación de un certificado médico, por parte de su defensa legal, afirmando que Fernández está enfermo, completando así la tercera reprogramación de esta vista judicial.
La audiencia, convocada nuevamente por el Primer Juzgado Unipersonal del Poder Judicial de La Libertad, tenía lugar a las 10 a.m. este martes 28 de noviembre, bajo la dirección del magistrado Néstor Sánchez Pagador.
El abogado de Fernández, Jean Silva León, presentó los documentos médicos para justificar la ausencia de su cliente. El alcalde presentó un certificado médico de reposo firmado por Joe Pérez Carrasco, especialista de Otorrinolaringología del Essalud, quien además le dio descanso médico para las fechas del 27 y 28 de noviembre.
Lo extraño del caso, según publicó en redes sociales el primer regidor Mario Reyna Rodríguez, el médico de Essalud fue quien dio la citó y además recogió las medicinas del área de farmacia, en menos de cuatro minutos.
“Detrás de la fachada de médico de Essalud, se esconde un superhéroe, capaz de sacar el mismo la cita, auscultar al paciente, hacer la receta, dar las indicaciones, recoger la medicina del área de farmacia y otorgarte obviamente tu certificado descanso médico. Todo esto en menos de 4 minutos. Y lo mejor es sin necesidad que vaya el paciente”, denunció el teniente alcalde.
Nueva fecha para el juicio contra Arturo Fernández
A raíz de ello, el juez Sánchez Pagador ha reprogramado la audiencia para las 3 p.m. del 13 de diciembre. El caso se inició en julio, y se suponía que debía seguir su curso el 26 de ese mes. Sin embargo, Fernández llegó sin su abogado, alegando que estaba enfermo. Como respuesta, el juicio se reprogramó para el 17 de octubre, pero en esa fecha el alcalde alegó otra vez problemas de salud, lo que llevó al juez a asignarle un abogado de oficio y a citarlo para la audiencia de ayer, cuando Fernández argumentó su propia enfermedad.
Carlos Cotrina, abogado de Ricardo Morales, demandante del caso, expresó su esperanza de que “en la nueva fecha, el alcalde esté saludable y se pueda celebrar la audiencia”.
Cotrina confirmó que el caso es un “procedimiento especial” que debía concluir en una sola audiencia, añadiendo que el juez podría avanzar el veredicto de su sentencia dado que “el caso no es complejo y las pruebas son determinantes”.
El origen del caso se remonta a 2019, cuando el entonces alcalde de Moche, Arturo Fernández, insultó a Ricardo Morales y lo relacionó con supuestos actos de tráfico de piezas arqueológicas.
Morales demandó que se condene a Fernández a dos años de cárcel y al pago de una reparación civil de S/ 100 000.
Expresando su frustración sobre el último aplazamiento, Morales dijo en declaraciones a N60 que estaba “fastidiado con lo acontecido”. “Una vez más estas artimañas que dilatan un proceso”, lamentó.
