Anualmente, lobos marinos y cetáceos —sanos, heridos y muertos—🐋 aparecen en el litoral peruano por diversos motivos: los vientos dominantes del mar, desgaste orgánico producto de la migración, complicaciones en la reproducción y por la contaminación.
La evidencia de ello es el varamiento de un ballenato en Las Delicias, en Moche, el pasado 6 de agosto, hecho que despertó el interés de decenas de curiosos quienes se acercaron —incluso— tocaron el cuerpo del animal muerto.
Según el Grupo de Rescate de Animales Marinos de Trujillo (GRAM), suelen ocurrir tres varamientos de ballenas en la región La Libertad durante julio y octubre de cada año. “Por la migración de ballenas jorobadas, muchas quedan encalladas en las orillas de zonas norteñas. El ballenato que varó en el balneario Las Delicias Acuario el domingo pasado no perteneció a dicha especie. Por las fotos, noto que ha sido de la familia Bryde y ha muerto antes de llegar a la arena”, comentó el médico veterinario zootecnista Carlos Calvo Mac.
Una ballena encallada presenta heridas y enfermedades que la convierte en un foco infeccioso. Su gran peso corporal y la presión del mar, la dirige hacia la superficie conservando su misma forma; no obstante, en el interior del cetáceo, los gases y bacterias abundan, de tal modo que, puede ser portador de males contagiosos y mortales.
La bióloga peruana y directora de los programas educativos en Whales of Guerrero, Andrea Jacqueline García Chávez, instó a mantenerse lejos de los animales marinos que varan en las playas. “No deben tocar al animal, pues una causa de varamiento son las enfermedades, que pueden ser contagiosas a humanos, como la lobomicosis que se dan en los delfines de botella. No debes sacar al animal del agua si está en orilla ni tratar de devolverlo al mar; pues podrías causarle graves lesiones o incluso, la muerte”, exhortó la especialista.
Por otro lado, el comandante de la Unidad de Protección del Medio Ambiente, Aliaga Haro, comentó que las crías de ballena Bryde no suelen aparecer en las playas liberteñas, pues en comparación con otras especies, sólo se han registrado dos animales varados en los dos últimos años.
Génesis de una epidemia
Muchos encallamientos pasan desapercibidos; pero los que ocurren en zonas altamente turísticas, son difundidos en las redes sociales. Erróneamente, la mayoría de ciudadanos se aproximan a las ballenas sin el menor cuidado y sin equipos de protección. Esa conducta puede ocasionar la muerte o amputación de alguna parte del cuerpo.
El contacto directo con las lesiones de los animales varados genera infecciones cutáneas que pueden ser mortales en personas con sistema inmunológico debilitado. Los síntomas son similares a los de la viruela; y el tratamiento continúan siendo un reto para la ciencia.
En las ballenas pilotos (o calderones) se ha detectado virus de la influenza tipo A y tipo B. Según los reportes de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), la influencia A y B son los responsables de aquellas epidemias de gripe que, hasta la fecha, no han podido ser erradicadas.
Los lobos marinos costeros son portadores del virus de la rabia. A diferencia de los perros, el riesgo de transmisión es más alto; y los efectos son tan letales que no hay posibilidad de recibir un tratamiento.
Además, las focas y lobos marinos contienen micoplasmas. Estas son bacterias que, al entrar al cuerpo humano, luego de una mordida, suelen generar heridas inflamadas y dolores de articulaciones tan insoportables que, en ocasiones, amerita una amputación.
No deben tocar al animal, pues una causa de varamiento son las enfermedades, que pueden ser contagiosas a humanos, como la lobomicosis que se dan en los delfines de botella. No debes sacar al animal del agua si está en orilla ni tratar de devolverlo al mar.
Otra enfermedad transmitida por mamíferos marinos es la que causa la brucelosis, también conocida como fiebre de malta. La persona contrae este mal luego del contacto directo con una secreción contaminada. Basta unos pocos días para que la paciente manifieste fiebre, fatiga, pérdida de peso, problemas neurológicos, infecciones cerebrales, bronconeumonía, meningoencefalitis y abortos.
El contacto con delfines, focas y lobos marinos podrían terminar en graves cuadros respiratorios con alta probabilidad de ser diagnosticados como neumonía por tuberculosis. Esto se debe a que estas especies albergan al agente causal de la tuberculosis, también conocida como Mycobacterium.
Vagos protocolos de actuación
En la madrugada del 6 de agosto, una ballena de especie Bryde varó en el balneario Las Delicias Acuario. A pesar de que este evento natural fue reportado inmediatamente por los pescadores; la Policía ecológica llegó minutos después del mediodía. Mientras tanto, los funcionarios de la Municipalidad Distrital de Moche no se apersonaron ese mismo día por ser domingo. Los pobladores exigían la presencia del Instituto del Mar Peruano (Imarpe); sin embargo, los especialistas indicaron que sólo ellos actúan cuando las especies marinas permanecen con vida.
“Cuando hay varamiento de ballenas, se debe informar al Imarpe y a la Gerencia Regional de Producción de La Libertad. Además, estas instituciones deben coordinar con la municipalidad de Moche para determinar el lugar a donde enterrarán al animal. Lamentablemente, como este ballenato apareció un domingo, el Imarpe fue un lunes para registrar los datos. Sin embargo, la cría ya no estaba. Esto sucede porque no tenemos una red funcional de varamientos en el país”, comentó Carlos Calvo Mac.
Trabajadores de la comuna de Moche enterraron el cuerpo del animal.
La ausencia de una Red de Varamientos activa conlleva a una vaga aplicación de las normas básicas de bioseguridad y una descoordinación total en los organismos implicados. “Si Perú contara con una red de varamientos, se agilizaría la comunicación con el Imarpe y el Ministerio de la Producción. Además, se solicitaría apoyo de organismos no gubernamentales y grupos de rescate para analizar la factibilidad de una necropsia y el lugar de entierro de este animal”, precisó el especialista Carlos Calvo.
Para facilitar la intervención de los organismos especializados, los lectores de Buenapepa pueden reportar varamientos de ballenas llamando al Grupo de Rescates de Animales Marinos (932 097 807), a la Imarpe-sede Huanchaco (044 2088708), a la Gerencia Regional de Producción de La Libertad (604078) y/o a la Policía Ecológica (044210347). En caso, el animal marino halla fallecido, sólo le compete a la municipalidad realizar las gestiones para enterrarla.