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Voto femenino: la histórica fecha que cambió la vida de miles de peruanas

Hace 67 años las mujeres en el Perú no podían votar y eran vistas como personas de segunda clase; pero cambiaron esa realidad gracias al coraje de destacadas ciudadanas.

Los hombres decían que era un capricho, pero las mujeres afirmaban que era un derecho. Un derecho bien luchado, bien ganado. Entonces, se levantaron temprano y llegaron antes que ellos a los centros de votación para sentirse, como nunca, ciudadanas. 🗳️.

Un 7 de septiembre, como hoy, pero de 1955, el gobierno de Manuel Odría otorgó el  derecho de voto a las mujeres mediante la Ley Nº 12391. Después de varios años de lucha, el Perú se convirtió en el penúltimo país en Sudamérica en reconocer esta prerrogativa tan importante para el género femenino que motivó la conmemoración del Día de los Derechos Cívicos de la Mujer.

La materialización de este derecho se vivió al siguiente año, en las elecciones generales del 17 de junio de 1956. Las peruanas acudieron, por primera vez, a emitir su voto para elegir a sus representantes políticos. Las colas fueron enormes en todas las ciudades del país e, incluso, la prensa comentó que las mujeres fueron las que acudieron más temprano a sus centros de votación, a diferencia de los hombres que además consideraban que el derecho que les concedieron a las mujeres de elegir y ser elegidas era un capricho.

Pura algarabía y burla
Una de las primeras mujeres que ejerció el voto en esa época fue Luisa Mondragón (madre de 7 hijos), cuando tenía 26 años, en su natal Sullana (Piura). Ella trabajaba en la Caja de Depósito y Consignaciones del Departamento de Recaudación, hoy Banco de la Nación. En un reportaje para TV Perú Noticias sostuvo que durante la jornada fue todo algarabía. “Ahí en la oficina dije:  ‘¡Nosotras vamos a tener el voto, vamos a ser jefas de área! Anteriormente solo los hombres eran jefes’”, recordó.  “Era una cosa que sí nos dio (a sus vecinos y a ella) bastante alegría”, añadió.

El 17 de junio de 1956 las mujeres materializaron su derecho a votar en el Perú, el cual fue aprobado un año antes. (Foto: Andina).
El 17 de junio de 1956 las mujeres materializaron su derecho a votar en el Perú, el cual fue aprobado un año antes. (Foto: Andina).

En ese proceso participaron un total de 1 575 738 electores, de los cuales aproximadamente la tercera parte fueron mujeres (531 541). El proceso electoral diferente finalizó con el triunfo de Manuel Prado Ugarteche, como presidente de la República, y la elección de 182 diputados, de los cuales 8 fueron mujeres; y de 53 senadores, una mujer. 

Entre las diputadas se encontraba Manuela C. Billinghurst López, Alicia Blanco Montesinos, Lola Blanco Montesinos, María Colina  de Gotuzzo, Matilde Pérez Palacio Carranza, Carlota Ramos de Santolaya, María Eleonora Silva y Silva, y Juana Ubilluz de Palacios. La única senadora elegida fue Irene Silva de Santolalla.

“Era muy gracioso ver llegar a los graves esposos con su cesta bajo el brazo, conteniendo el almuerzo. Hubo un pobre marido que además tuvo que cocinar y cuidar a los niños porque el ama y la cocinera estaban sorteadas para diversas mesas”, fue uno de los comentarios machistas publicado en una columna un día después del sufragio, cuyo autor se ocultaba bajo el seudónimo de Juan Gris. 

 ‘¡Nosotras vamos a tener el voto, vamos a ser jefas de área! Anteriormente solo los hombres eran jefes’”, recordó.  “Era una cosa que sí nos dio (a sus vecinos y a ella) bastante alegría”, añadió.

Además, insinuó que las mujeres no eran lo suficientemente inteligentes para participar del acontecimiento democrático, tras señalar que en una mesa conformada exclusivamente por mujeres “ninguna suma daba igual”, por lo que se vieron obligadas a hacer un promedio, mientras que, en otro local, una presidenta de mesa llamó a su marido por teléfono para que le ayude a contabilizar los votos.

«Cuando se les dio la oportunidad de votar a las mujeres, yo estaba en la secundaria. Fue una fecha muy importante porque se estaba viviendo una época democrática entre hombres y mujeres. Pero, aunque mi madre tenía la libertad de votar, no lo hizo porque no sabía leer ni escribir», manifestó para Buenapepa, Manuel Antón Ruiz, un ciudadano piurano de 82 años. 

Relevancia
La especialista en estudios de género y política en el Perú durante el siglo XX, Karen Poulsen, respondió su artículo Mujeres y ciudadanía: La consecución del sufragio femenino en el Perú (1933-1955) dos preguntas fundamentales: ¿por qué Odría otorgó el sufragio? y ¿por qué las mujeres querían ser ciudadanas? 

En cuanto a la primera pregunta, señaló que Odría estaba empeñado en maquillar el rostro de su gobierno para despejar la sensación dejada por el golpe de Estado, que empañaba su condición de hombre de Estado. “Además, este reconocimiento a la mujer supondría alzarse con el galardón”. Eso no es todo. También supuso que el exgobernante se valió de una retórica democratizadora para acercarse a la población. Según su investigación, la maniobra política obedeció a la necesidad del presidente de democratizar el gobierno que asumió inconstitucionalmente y a la vez, reparar su imagen para evitar ser recordado como un caudillo golpista. 

La conquista del voto femenino acortó las brechas de desigualdad entre hombres y mujeres en el Perú. (Foto: Andina).
La conquista del voto femenino acortó las brechas de desigualdad entre hombres y mujeres en el Perú. (Foto: Andina).

Con respecto a la segunda pregunta, señaló que las mujeres fueron activas sujetos históricos, con visión de modernidad que incidieron en la modificación del pensamiento contemporáneo. Significó continuar consolidando conquistas y posicionando sus intereses de género en los espacios de poder. Simbolizó ser reconocidas en el ámbito político, cuando eran inminentes sus logros en la escena pública. 

Deuda histórica
Para Karen Poulsen el voto femenino más que una concesión,  garantizó el derecho que le correspondía a las mujeres como en todo orden democrático. Además, añadió que, para las activistas que estuvieron luchando para que se promulgue la ley, significó la consecución de un anhelo del cual no desistieron a pesar del largo tiempo de espera y del cual gozaron profesionales, empleadas y amas de casa igualmente interesadas en obtenerlo.

Cabe recordar que mientras las destacadas figuras como Clorinda Matto de Turner, María Jesús Alvarado y Zoila Aurora Cáceres, levantaban sus voces junto a muchas mujeres más, exigiendo el voto femenino con urgencia, las columnas o cartas publicadas en la prensa referían que la mujer solo traería discordia en la casa o amenazaría a la familia.

La maniobra política obedeció a la necesidad del presidente de democratizar el gobierno que asumió inconstitucionalmente y a la vez, reparar su imagen para evitar ser recordado como un caudillo golpista. 

En 1911, María Jesús Alvarado manifestó que era necesario otorgar a la mujer derechos políticos para intervenir directamente en los destinos nacionales y reconocerla como miembro inteligente y apto del Estado. Posteriormente, tomó la posta Zoila Aurora Cáceres, fundadora de la organización Feminismo Peruano. Ella realizó un trabajo muy activo con sindicatos de mujeres y personalidades influyentes de la época. Además, participó en el debate por el sufragio de la mujer que se dio en el Poder Legislativo entre 1931 y 1932, cuando aún los parlamentarios no las consideraban influenciables, subalternas y necesitadas de protección.

Desde lo legal, se podría decir que la independencia femenina fue lenta y, aunque parecía haberse dado un primer paso en 1933, año en el que se planteó permitir que las mujeres sufragaran en elecciones municipales, recién se establecieron 30 años después de ya haberse aprobado el sufragio femenino. Pero lo que sí representó un logro para las mujeres, antes de otorgarles el derecho de votar, transcurrió en 1936 a través del Código Civil que les reconoció a ellas el derecho a sus propiedades. Por primera vez se estableció en un papel que las mujeres tenían ‘derecho a oponerse a las decisiones del esposo con relación al hogar común’.

Aún hay muchas batallas por hacer frente en el camino a la igualdad, pero el derecho al voto femenino convirtió a la sociedad un poco más igualitaria.

Se debe aclarar que hoy se conmemora la aprobación del derecho al voto solo para las mujeres alfabetas. El voto universal recién llegaría en 1979, pero esa es otra historia. 


Este especial fue elaborado por nuestra colaboradora Sandy Valeria Crespo Carrasco.