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Un defensor de los animales: la historia del valeroso policía abatido tras intentar capturar a un sicario

Quienes conocieron al suboficial Carlos Ángeles Milla lo recuerdan como alguien muy servicial y cariñoso con las mascotas sin hogar. La mañana de este jueves fue abatido por un delincuente en El Porvenir.

Era poco más de las 7 de la mañana y el suboficial de segunda PNP Carlos Enrique Ángeles Milla había culminado su servicio en la comisaría Nicolás Alcázar de El Porvenir. Fue destacado a esta dependencia policial hace tres semanas, donde mostró esa vocación de servicio que enaltece el uniforme.

El valeroso efectivo se dirigía a su domicilio a bordo de su vehículo, un Kia Cerato color gris con placa de rodaje T6G 090, cuando se percató de un homicidio en frente de sus narices. Un sicario se acercó hasta su víctima —quien también se encontraba en el interior de un auto en el cruce de las calles Hermanos Angulo y José Olaya— y le disparó en la cabeza.

El blanco del homicida fue identificado como Nieves Exaltación Ventura Contreras (51), alias Chato Nieves, quien tenía antecedentes penales por homicidio y robo agravado. Al ver la escena, el suboficial Ángeles Milla cogió su arma de reglamento, bajó de su vehículo y trató de detener al homicida. Pero no se percató que a sus espaldas se encontraba otro delincuente estacionado en una motocicleta. Fue este quien disparó en el abdomen al agente, para luego emprender la fuga.

Esta es la escena del doble crimen perpetrado en El Porvenir. El suboficial Carlos Ángeles murió abatido por un delincuente.

“Según las fuentes que manejamos, él estaba estacionado en el interior de su vehículo cuando vio que un ciudadano recibió un disparo por un presunto sicario. El ciudadano identificado tenía antecedentes penales. Se trataría de un posible ajuste de cuentas”, contó el jefe de la División de Investigación Criminal de la Policía Nacional (Divincri), coronel Giovanni Osorio Elguera.

“El policía no se quedó con los brazos cruzados y salió de su vehículo para capturar al asesino. No se dio cuenta que había un cómplice camuflado, y este fue quien lo disparó. Lamentablemente, perdió la vida en servicio a los demás”, prosiguió conmocionado.

El lugar donde se registró el doble crimen es muy transitado, pues se ubica entre dos centros educativos, comercios, y también muy cerca de la comisaría Nicolás Alcázar.

“A esa hora hay niños que van al colegio, personas que van a trabajar. Lamentablemente, la delincuencia ya no mide las consecuencias. Si han matado a un policía, tranquilamente han podido matar a más ciudadanos o quizás pudo haber más heridos”, dijo el jefe de la Divincri.  

No resistió

Alertados por los vecinos, efectivos policiales llegaron al lugar del doble crimen y trasladaron a su colega, junto a Chato Nieves, al hospital Santa Isabel, ubicado también en El Porvenir. Fuentes consultadas por Buenapepa indicaron que en este nosocomio no tenían los equipos necesarios para intervenirlo quirúrgicamente, por lo que tuvieron que trasladarlo hasta el Hospital Belén de Trujillo, ubicado a unos treinta minutos de donde ocurrió el doble asesinato. Lamentablemente, los médicos no pudieron salvarle la vida.

“El policía no se quedó con los brazos cruzados y salió de su vehículo para capturar al asesino. No se dio cuenta que había un cómplice camuflado, y este fue quien lo disparó”

Giovanni Osorio Elguera, jefe de la Divincri

Amante de los animales

Ángeles Milla tenía tres años de servicio en la institución policial. Laboró en la sierra liberteña y también en la comisaría de Laredo, antes de ser destacado a la dependencia de Nicolás Alcázar. Todos los que lo conocieron lo describen como una persona servicial y defensor de los animales, en especial, de las mascotas que no tenían hogar.

“Ha sido bien servicial, siempre ha tenido ese espíritu de salir a intervenir ante cualquier hecho delictivo, sea violencia familiar, robos al paso u otros delitos. Ha sido un policía operativo que no lo pensaba dos veces y rápidamente actuaba”, contó a Buenapepa un efectivo policial.

“Compartí servicio con él en Laredo, siempre rescataba a los animalitos, tenía un gran espíritu animalista. Rescataba perros o los recogía a los que estaban abandonados y los llevaba a la comisaría. Les compraba la comida con su propio dinero. Llegaba a la comisaría con bolsas grande de comida para los perros. Era un gran ser humano”, dijo otro agente a este medio.

Buenapepa pudo conocer que la Policía y Fiscalía cuenta ya con imágenes de las cámaras de seguridad, material clave para dar con la identidad de los delincuentes. Vale indicar que, en lo que va del año, se han reportaron más de 145 crímenes en La Libertad, siendo el ajuste de cuentas el móvil de la gran mayoría de estos delitos.

Vivián Fernández Sevillano
Vivián Fernández Sevillano
Nació en Trujillo, una ciudad predispuesta para la cosecha de mangos. Por ende, era la fruta que más abundaba en su casa durante el verano. Además de su dulzura y buena pepa, este tropical comestible le enseñó lo que es la madurez de los vegetales y a no dejarse llevar por las apariencias. Ahora, esas enseñanzas le sirven en su actividad periodística, la misma que orienta hacia el bienestar de las familias. El secreto, dice, está en enamorarse del proceso que implica la búsqueda de la verdad, y más en los días de lluvia.