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Se ordenó desde el penal de Trujillo: así fue la captura de sicario que mató a transportista en óvalo Papal

Víctor Patrick Monzón Espinal confesó a la Policía que fue contactado por un interno de El Milagro para acabar con la vida del conductor de una miniván que cubre la ruta Casa Grande-Trujillo, por mantener una relación sentimental con su pareja. Preso le pagó 3500 soles.

No hay crimen perfecto. Eso es algo que todo maleante sabe.

Parado en el comedor de su vivienda del asentamiento humano Santa Irene, distrito de Chimbote, Víctor Patrick Monzón Espinal (24), comprueba la veracidad de esta expresión.

Los policías y un equipo del Ministerio Público de Trujillo viajaron cerca de tres horas, primero a Virú (La Libertad) y luego a Chimbote (Áncash) para detenerlo. Su madre Kathy Espinal Domínguez (45), tras ver al contingente policial y escuchar que su hijo es sindicado como el autor de un homicidio, llora.

“No puede ser, mi hijo no es así. Esa no es un arma, es chatarra”, les dice a los agentes que allanaron su vivienda y encontraron un revólver calibre 38, que sería el arma utilizada por su hijo, alias Vico, en el crimen de Erick Biomedez Cortez Neyra (30), conductor de una miniván de la empresa de transportes Velmaj, asesinado a balazos el 2 de abril en el óvalo Papal de Trujillo, frente a Hipermercados Metro.

Un equipo de la Unidad de Homicidios de la División de Investigación Criminal (Divincri) lo detuvo en el distrito de Chao, provincia de Virú, el lunes 17 de abril, tras un paciente trabajo de inteligencia. Luego lo trasladaron hasta su vivienda en la manzana A lote 14 del sector Sagrada Familia, asentamiento humano Santa Irene, Chimbote.

En ella, la Policía encontró más evidencia que confirma que Vico fue el autor de los seis disparos que acabaron con la vida del transportista.

Esta es el arma que se habría usado en el crimen en Trujillo, el pasado 2 de abril.

No hay crimen perfecto (I)

El domingo 2 de abril, Víctor Patrick Monzón Espinal, alias Vico, viajó hasta Casa Grande, provincia de Ascope, para perpetrar el crimen. Abordó la unidad con placa de rodaje T9U-967, de la empresa de transportes Velmaj, que cubre la ruta Casa Grande-Trujillo y viceversa, conducida por Erick Biomedez Cortez Neyra, quien era su blanco.

Estuvo a bordo de la unidad, junto a otros pasajeros, durante más de una hora; hasta que llegó al óvalo Papal, donde le avisó a su víctima que bajaría. Vico descendió, pero no pagó completo su pasaje. “Ahora bajo y saco dinero de mi bolsillo”, le dijo a su víctima.

Rodeó el vehículo por la parte posterior, sacó su revólver y se dirigió hasta la puerta del conductor, donde disparó en seis ocasiones contra Erick Cortez. Un sétimo disparo impactó en Hipermercados Metro, causando el pánico de cientos de personas que estaban en su interior.

La víctima logró descender de la unidad y se desplomó. El sicario cruzó el óvalo Papal con dirección a la avenida Juan Pablo II e ingresó a la urbanización San Andrés. Las cámaras de seguridad lo captaron cuando se quitó una polera gris que llevaba puesta y la arrojó en un jardín del parque Martínez de Compagnon.

Trujillo: no hay crimen perfecto (II)

Vico vestía polera gris, bermuda jean y zapatillas blancas. Tras desprenderse de la polera se quedó con un polo a rayas azul y celeste. Caminó tranquilo una cuadra y abordó un taxi. Este movimiento que hizo fue clave para su identificación y posterior detención.

El sicario pidió una carrera hasta el terminal de la empresa de transportes América, ubicado en el óvalo La Marina. No tenía efectivo así que pagó el servicio a través del aplicativo Yape. Fue el conductor del vehículo quien, tras informarse sobre el crimen en el óvalo Papal, dio aviso a la Policía.

La Unidad de Inteligencia y Homicidios tuvo acceso al número de teléfono del autor material del crimen. Empleando el sistema de geolocalización descubrieron que Víctor Monzón radicaba en Chimbote. También descubrieron que Vico tenía antecedentes policiales por integrar la banda la Nueva Generación del Valle, que opera en Casa Grande, “dedicada al robo agravado, raqueteo, extorsión y tráfico de terrenos”, indicó el jefe de la Divincri, coronel Javier Méndez Yupanqui.

Además, el homicida estuvo internado en el centro de rehabilitación juvenil de Lima, conocido como Maranguita, del 2017 al 2021, tras hallársele en posesión de droga.

El coronel Méndez Yupanqui reveló que Vico fue contratado por un interno del penal El Milagro para que acabe con la vida del transportista.

“El móvil es pasional. La víctima habría mantenido una relación sentimental con una fémina que es pareja de un delincuente que purga siete años de condena en el penal El Milagro, por tenencia ilegal de arma de fuego y extorsión, identificado como José Ocas Briceño, alias Ñato”, declaró.

Vico admitió en el interrogatorio que Ñato lo contactó y le ofreció el pago de 3500 soles para perpetrar el crimen y le dio un adelanto de 2500 soles.

En el allanamiento de su inmueble en Chimbote, las autoridades encontraron municiones calibre 38 y un revólver calibre 38, arma que viene siendo analizada por los peritos para saber si fue la que usó Vico el día del crimen.

También hallaron semillas de marihuana, por lo que la madre del sicario, Kathy Espinal Domínguez, también fue detenida y será denunciada por tráfico ilícito de drogas.