Karma, le dicen. El ciudadano de nacionalidad venezolana Jeremy Jesús Lugarte (21), vivirá con un doloroso recuerdo de sus avezados días de fechoría en los caminos del crimen organizado.
En un acto de terrorismo urbano, llegó hasta el sector Wichanzo II, en la parte alta del distrito La Esperanza para ejecutar dos atentados.
Trujillo: así se voló la mano el extorsionador
En el primero tuvo éxito: cerca de la media noche del 6 de febrero detonó un explosivo debajo de un auto de placa G7D-687, que estaba estacionado en el frontis de una vivienda de la manzana 47 y cuyo dueño era el blanco de extorsión, ese flagelo que golpeado a la población de La Libertad.
Confiado, avanzó unas cuadras más, con el mismo objetivo. Llegó hasta la vivienda de la manzana 62, lote 5; sin embargo, un mal cálculo hizo que el cartucho le explote en la mano derecha cuando se disponía a lanzarlo en la fachada.
La búsqueda
La explosión y los desgarradores gritos de dolor del infortunado hampón interrumpieron el descanso de los vecinos quienes se percataron que fue auxiliado por dos maleantes.
Rápidamente comunicaron el hecho en la División de Investigación Criminal Norte. Los agentes de esta unidad iniciaron la búsqueda en clínicas y hospitales.
Cerca de la una de la mañana del 7 de marzo, fue ubicado en el área de traumashock del hospital Belén de Trujillo. Los médicos diagnosticaron lesiones en extremidad superior derecha: amputación total de la mano.
En el mundo del hampa no hay amigos
La Policia informó que dos individuos llevaron al extranjero hasta emergencias del citado hospital.
A los pocos minutos desaparecieron con el prexto de comprar medicinas. Se negaron a identificarse en vigilancia.
El sujeto permanece hospitalizado bajo estricta custodia policial. Será investigado, pues no se descarta su participación en otros hechos similares.