La actriz estadounidense Sharon Stone, diagnosticada con un “gran tumor fibroide”, ha comunicado que estará de baja entre cuatro y seis semanas para tratar de recuperarse completamente, instó a las mujeres a que confirmaran siempre las opiniones médicas recibidas.
“Señoras en particular: No se dejen engañar. Busquen una segunda opinión. Puede salvarles la vida”, escribió en una historia de Instagram este miércoles.
Y es que, tal como había avanzado un día antes, la intérprete de 64 años decidió acudir a otro médico después de que apareciera el dolor y quisiera conocer si sufría alguna enfermedad.
Según Stone, sufrió “un diagnóstico erróneo y un procedimiento incorrecto”, añadiendo que tuvo que recibir una “doble epidural” para tratar el dolor. Los tumores fibroides generalmente son masas no cancerosas que crecen en el útero y difíciles de detectar porque, al principio, resultan indoloros.
¿Qué es un tumor fibroide?
Según explica la American Pregnancy Association, es un tumor benigno en el útero y que, generalmente, es común entre las mujeres en edad fértil. Los fibromas están formados por células musculares que crecen en la pared uterina, que está formada por tres capas (endometrio, miometrio y perimetrio).
Este tipo de tumor no suele presentar síntomas. Sin embargo, hay señales (que pasan inadvertidas) que podría indicar que se padece esta enfermedad: Dismenorrea: menstruación muy abundante y dolorosa, dolor durante las relaciones sexuales, infertilidad, abortos múltiples (la propia Stone ha confesado que ha sufrido a lo largo de su vida nueve abortos espontáneos) y parto prematuro, dolor en la parte baja de la espalda, estreñimiento y necesidad de orinar a menudo.
El tratamiento también depende de la ubicación del tumor y de su tamaño.
Miomectomía: es un procedimiento quirúrgico para extirpar los fibromas uterinos. Esta opción no compromete la fertilidad de la mujer, por lo que es recomendable para aquellas pacientes que quieren quedarse embarazadas.
Embolización: es un procedimiento mínimamente invasivo en el que se produce una interrupción del flujo sanguíneo del tumor. Está pensado para las mujeres que no están planeando un embarazo en el futuro.
Miolisis: este tratamiento consiste en encoger los fibromas a través de una fuente de calor que emplea descargas eléctricas. Es una intervención también mínimamente invasiva, con laparoscopio.