Por Jorge Clavijo Correa y Ricardo Urquiaga Iturrizaga.
Solo le queda intentarlo otra vez. Esther Marquina coge de la mano a su hijo de siete años, baja la vereda, llega a la mitad de la pista; pero es obligada a regresar a la misma esquina donde llevaba apostada diez minutos. Un micro azul de la empresa de transportes Virgen de la Puerta, y tras él, una fila de vehículos particulares, circulan a velocidad y no le permiten avanzar a la vereda del frente.
“No respetan ni dan la preferencia a los peatones. Yo todos los días cruzo con miedo la pista al dejar y recoger a mi hijo a su taller de verano. Esto es un caos. Si con semáforos era complicado, sin semáforos es peor”, dice la madre de familia con evidente fastidio.
Debido a fallas continuas en la red semafórica, atravesar el cruce de las avenidas Juan Pablo II y Los Colibríes, así como al menos otras ocho intersecciones viales en Trujillo, se ha convertido en un tema de vida o muerte.
“Aquí al menos hubo tres choques”, comenta una comerciante ambulante que trabaja frente al grifo Petroperú de la avenida Juan Pablo II.
Acabó su tiempo de vida útil
En el distrito de Trujillo se han instalado semáforos en 132 intersecciones viales. Cada uno de estos puntos cuenta con cinco o seis semáforos. En total, según datos brindados por la Gerencia de Transportes a Buenapepa, a través de una solicitud de acceso a la información pública, se han instalado 675 semáforos en el distrito.
Sin embargo, más de veinte de estos equipos, en puntos de alta congestión vehicular, se encuentran inoperativos. Además de las fallas en la red semafórica de las avenidas Juan Pablo II y Los Colibríes, registradas hace tres meses, también hay problemas constantes en el cruce de la avenida América Sur y la calle Zela (barrio Chicago); cruce de las avenidas Villarreal y Miraflores, cruce de las avenidas Prolongación Vallejo y Fátima (esquina del centro comercial Real Plaza); cruce de las avenidas Larco y Los Colibríes; entre otros.
Mediante una solicitud de acceso a la información pública, este medio solicitó a la Gerencia de Transportes, Tránsito y Seguridad Vial, detalles sobre el mantenimiento de los semáforos en Trujillo.
Así descubrimos que toda la red semafórica del distrito de Trujillo cumplió su tiempo de vida útil en el 2016. De acuerda a la respuesta de la ingeniera Marita del Pilar López Ramos, supervisora de la instalación de semáforos, estos equipos fueron instalados en el 2011 y tienen un periodo de vida de entre cinco y seis años. “Todos los semáforos están sujetos a presentar fallas en cualquier momento porque ya cumplieron su tiempo de vida”, dijo.
Esto genera una variación del voltaje en el suministro eléctrico de los semáforos, ocasionando cortocircuitos que los vuelven inoperativos. “Las tarjetas (fuente, CPU y halls) de los semáforos no resisten los cambios de energía ya que tiene el látex diluido por su mismo deterioro y se malogran”, respondió la gerencia de Transportes a la solicitud presentada por Buenapepa.
Además, el clima y la humedad también ocasionan cortocircuitos en el regulador de las intersecciones semafóricas.
Para subsanar, en parte, el caos, la municipalidad retira las tarjetas-fuentes de otros semáforos en zonas donde la congestión vehicular y peatonal es menor para colocarlas en las intersecciones con mayor circulación de vehículos. Desvisten un santo para vestir otro.