En medio de la preocupación ciudadana por el potencial peligro de contaminación del río Santa, Sedalib ha anunciado que, según los más recientes análisis, el agua de este afluente sigue siendo apta para ser tratada y distribuida para consumo humano.
El lunes 12 de agosto, la empresa realizó la toma de muestras en tres puntos clave: el río Tablachaca, el río Santa a 6 kilómetros de la confluencia con el Tablachaca, y en la altura de la bocatoma Chavimochic.
“Los resultados preliminares de estos análisis indican que los niveles de pH se encuentran dentro de los límites permitidos, lo que garantiza que el agua puede ser tratada adecuadamente en la planta de tratamiento de Chavimochic”, aseguró a empresa.
El lunes 12 de agosto, la empresa realizó la toma de muestras en tres puntos clave: el río Tablachaca, el río Santa a 6 kilómetros de la confluencia con el Tablachaca, y en la altura de la bocatoma Chavimochic.
Sedalib subraya que la calidad del agua que llega a los hogares trujillanos es segura, y que mantendrán un monitoreo constante para asegurar que se cumplan los estándares de potabilidad.
Peligro: agua potable
La reciente contaminación del río Tablachaca, un importante afluente del río Santa, ha generado una crisis que pone en riesgo el suministro de agua potable para la ciudad de Trujillo.
El derrame de relaves, compuesto por una mezcla de residuos tóxicos y metales pesados, ocurrió en una zona de actividad minera en la sierra de Áncash.
Estos residuos fluyeron hacia el Tablachaca, alterando sus características fisicoquímicas. Aún no se ha descartado con rigurosidad si los líquidos nocivos contaminaron el río Santa, del cual Trujillo depende para su abastecimiento de agua potable.
Las autoridades han solicitado la intervención inmediata del Ministerio de Energía y Minas, así como del Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA), para determinar la magnitud de la contaminación y tomar las medidas correctivas necesarias.
Asimismo, se han activado protocolos de emergencia para garantizar que el agua distribuida a los trujillanos cumpla con los estándares de potabilidad.
Un de estas acciones fue cerrar las compuertas de la bocatoma de Chavimochic en el río Santa.
La situación ha encendido el debate sobre la regulación de las actividades mineras en la región y la necesidad de implementar medidas más estrictas para prevenir futuros desastres ambientales que pongan en riesgo la salud pública y el acceso a recursos vitales como el agua.
Sedalib aclara a colegio de Ingenieros
La situación, también, ha servido para evidenciar el poco trabajo articulado de las instituciones en La Libertad.
El jueves 8 de agosto, luego de una reunión multisectorial, se informó que, hasta entonces, no existía reportes de contaminación en el agua que consumen los trujillanos.
Sin embargo, al día siguiente, el Colegio de Ingenieros de La Libertad divulgó un pronunciamiento en el que instaba a la comunidad a no consumir el agua de los grifos para garantizar su salud.
La conducta del gremio provocó la reacción de Chavimochic y Sedalib, quienes tildaron de “falsa” a la información de los ingenieros.