La educación en América Latina ha estado en crisis durante años, una situación que se ha agravado significativamente debido a la pandemia de COVID-19, provocando un retroceso en el aprendizaje que podría tardar hasta cuatro años en recuperarse. Así lo afirmó Jaime Saavedra, director de desarrollo humano para la región del Banco Mundial (BM).
“América Central, al igual que América Latina en general, está viviendo una crisis educativa. En los últimos 40 años, aunque más niños han comenzado a asistir a la escuela y las tasas de matrícula en la primaria han aumentado significativamente, muchos de estos niños no están aprendiendo,” subrayó Saavedra.
La región ya enfrentaba una “crisis de aprendizaje” antes de la pandemia, y el cierre de los centros educativos durante casi dos años solo ha exacerbado la situación.
Así está la educación pospandemia del covid-19
Según datos del Banco Mundial, citados por Saavedra, antes de la pandemia el 52 % de los niños de 10 años en los países latinoamericanos no podían leer ni comprender el texto más simple.
Esta cifra ha aumentado al 70 % tras la crisis sanitaria global.
“El nivel bajo de aprendizaje de los chicos se ha agravado, y los déficits se han profundizado como consecuencia de la pandemia”, explicó el experto, lamentando que miles de estudiantes abandonaron el sistema educativo durante este periodo.
Para Saavedra, la prioridad más urgente es mejorar la calidad de la formación de los docentes.
“Los gobiernos han orientado parcialmente sus esfuerzos hacia la mejora de la formación de los docentes para que hagan su trabajo muy bien y tengan el compromiso e interioricen el rol tan importante que juegan en la vida de los chicos,” indicó.
antes de la pandemia el 52 % de los niños de 10 años en los países latinoamericanos no podían leer ni comprender el texto más simple. Esta cifra ha aumentado al 70 % tras la crisis sanitaria global.
La región también necesita mejorar la infraestructura escolar, invertir en tecnología y proporcionar materiales educativos adecuados. Saavedra insistió en que los países deben entrar en un proceso intensivo de recuperación de los aprendizajes, ya que los estudiantes regresaron a las aulas con un retraso significativo, sumado a los déficits preexistentes.
Saavedra, quien visitó varias escuelas y se reunió con autoridades en Honduras esta semana, advirtió que la recuperación del aprendizaje será un proceso largo y complicado, que podría tomar hasta cuatro años.
“Los niños han regresado con un retraso de dos años o quizás tres, porque se olvidan de lo poco que aprendieron antes de la pandemia”, afirmó.
Cómo revertir la crisis
Para superar esta crisis, Saavedra instó a los países a invertir de manera sostenida y consistente en la educación, especialmente en la formación de docentes y en materiales de lectura. Estas inversiones deben ser aceleradas e intensivas durante los próximos años para contrarrestar el impacto de la pandemia.
“Los niños han regresado con un retraso de dos años o quizás tres, porque se olvidan de lo poco que aprendieron antes de la pandemia”.
Saavedra también fue realista respecto al cumplimiento del cuarto objetivo de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible (ODS 4), centrado en la educación inclusiva, equitativa y de calidad.
“El ODS para educación no se va a cumplir, hay que ser realistas. Antes de la pandemia ya estábamos lejos”, comentó, señalando además que la deserción escolar es un problema particularmente grave en la educación secundaria, donde menos de la mitad de los jóvenes terminan el colegio.