La hoy santa Teresa de Calcuta😇 nació el 26 de agosto de 1910 en Macedonia, llamada antiguamente Skopje, Yugoslavia. Sus padres quienes le brindaron una infancia acomodada, la bautizaron como Agnes Gonxha Bojaxhiu; pero 21 años después, cuando ya llevaba tres años de haberse convertido en religiosa, adoptó el nombre de Teresa, en homenaje a una religiosa española del siglo XVI, Santa Teresa de Ávila.
Fundó la misión Las Misioneras de la Caridad en 1963, con presencia en varios países, incluido el Perú. Se enfocó, inicialmente, en los niños que hallaba en las calles, a quienes les enseñó a leer y a cuidarse por sí mismos. Luego, se ocupó de ancianos y personas abandonadas. De esta forma, se convirtió en una de las figuras católicas más representativas y admiradas; pero no por todos.
Sobre el final de sus días y, en especial, después de su muerte, las voces que contaban sobre su supuesto lado perverso y hasta inhumado se escucharon más fuerte. Una de ellas fue la del doctor Aroup Chatterjee sostuvo que el “ícono de la compasión, premio Nobel de la Paz, era una fanática religiosa amiga de dictadores, ricos y corruptos. A los pobres les pidió resignación y los ayudó a morir, pero sin darles cuidado profesional”.
Chatterjee publicó en el 2003 el libro Madre Teresa, El Veredicto Final y estuvo detrás del documental Ángel del Infierno de Christopher Hitchens, un reconocido periodista anglo-estadounidense que expuso en 1994, por primera vez, la otra cara de la religiosa.
Y aunque la beata negó hacer política, Chatterjee la acusó de ofrecer su reconocimiento al dictador de Haití Jean-Claude Duvalier y al régimen totalitario de Enver Hoxha (Albania). También recibió algunas donaciones de Charles Keating, quien posteriormente fue encarcelado por el mayor fraude financiero en la historia estadounidense.
“La Madre Teresa le escribió al juez en el caso alegando que Keating era un buen hombre. Definitivamente era bueno para ella: le había prestado su jet privado y le había donado US$1,4 millones”, asumió el periodista Christopher Hitchens, y añadió que, “las grandes sumas de dinero recaudadas se gastaron, principalmente, en la construcción de conventos en su honor”.
“Era una fanática religiosa amiga de dictadores, ricos y corruptos. A los pobres les pidió resignación y los ayudó a morir, pero sin darles cuidado profesional”.
Por su parte, Chatterjee asegura que la madre Teresa recibió millones de dólares en donaciones, dinero con el cual “pudo haber ayudado a vivir mejor a los enfermos”. Sin embargo, indicó que ella prefirió dedicar su vida a expandir el catolicismo más fundamentalista, pregonando el culto al sufrimiento: “A los moribundos no se les daba ningún analgésico fuerte, incluso en los casos más extremos, y los cuidados no eran profesionales, carecían de la más básica higiene, sufrían condiciones de tortura”.
Contra el aborto
Eso no es todo. La religiosa también encabezó la cruzada del Vaticano contra el aborto y los anticonceptivos. En su discurso de aceptación del Nobel en 1979, refirió que “el más grande destructor de la paz hoy es el llanto del inocente niño no nacido”.
Otra de las voces contrarias a la religiosa es la del cubano-estadounidense Hemley González, quien en 2008 fue voluntario de su fundación, y reveló que atestiguó que en unos de los centros de salud de la religiosa las agujas solo eran lavadas con agua para ser usadas nuevamente. Y lo más grave; a los enfermos les daban medicinas caducadas. Además, Gonzáles declaró que los voluntarios no tenían preparación: “Uno de ellos le dio de comer a un paralítico que se atragantó y murió”.
También lamentó la muerte de las personas, de las cuales dijo estar seguro de que “algunas podrían haber sobrevivido”. En su criterio, Las Misioneras de la Caridad no son amigos de los pobres, sino promotores de la pobreza. “Las misioneras podrían hacer mucho más con todo lo que reciben”, señaló.
Según información del diario El País, la santa sólo ayudaba a los creyentes a acercarse a su Dios. En un vídeo, la religiosa explica que les bautizó “para que San Pedro los deje entrar al cielo”, y agregó que “es muy bonito ver a la gente morir con tanta alegría”.}
Sufrimiento
Por otro lado, el reconocido racionalista Debasis Bhattacharya también se sumó a las críticas que oscurecen la labor de la religiosa, al deducir que la madre Teresa hacía sufrir a los pobres para poder recibir el amor de Dios. Sin embargo, cuando ella se enfermó, acudió de inmediato a servicios de salud modernos y costosos. Asimismo, se expresó con respecto al primer milagro que le reconoció el Papa: la cura de un tumor a la india Mónica Besra. “Su tumor no era por cáncer, sino por tuberculosis. Se curó porque le fue diagnosticado y tratado en el hospital”, afirmó Debasis para fortalecer su tesis de que el ‘prodigio’ fue una mentira diseñada.
“A las ONG se les exige transparencia y profesionalidad, ¿por qué a las Misioneras de la Caridad no? cuestionó.
Un ángel
Pero también están quienes además de creer en su buena fe, la defienden de la ola de críticas. Uno de ellos es fray Rogério Lima, asistente eclesiástico de la Fundación Pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN), quien resaltó el episodio en el que la Madre Teresa manifestó que cuidaría de un moribundo por amor, más que por un millón de dólares. “El tema de la caridad define su misión, que es cristiana ante todo”, señaló.
Valoró que el trabajo de la religiosa no estuvo marcado por el proselitismo. “Logró ir a países comunistas y otros países con distintos credos y formas políticas. Muchas veces su trabajo la llevó a países donde el catolicismo no podía entrar y ella entró. Estaba en diálogo con todos”, señaló.
El estudioso de la vida de los santos José Luís Lira ponderó que la madre Teresa de Calcuta era y es una santa. “Es un modelo de amor al prójimo y de caridad, y veo altruismo total en sus acciones y en las de sus ‘hijas’, las monjas que continúan con su trabajo”,
Filipe Domingues, quien siguió de cerca el proceso de canonización de la monja en 2016, recuerda que la santa “hizo cosas muy pequeñas y muy sencillas, pero de una manera extraordinaria, porque lo hizo con mucho amor”.
Con respecto a las polémicas por las cuales la religiosa no supo manejar adecuadamente los recursos que recibió, el historiador, filósofo y teólogo Gerson Leite de Moraes, justifica que esos aspectos convierten a la Madre Teresa “quizás en un símbolo del tipo de santidad que la Iglesia quiere resaltar hoy en día: una santidad que no es de una persona con una vida perfecta, sino de una persona de carne y hueso, que vive en el mundo real, con sus dudas, idiosincrasias y preguntas”.
Además, sostuvo que la santidad de la Madre Teresa es intocable porque “vivió pobre, entre los pobres. Sólo los que viven entre los pobres pueden entender la lógica de esta solidaridad, bastante diferente a los gobernantes lejanos o los periodistas que solo buscan la curiosidad de los hechos”.
“Una santidad que no es de una persona con una vida perfecta, sino de una persona de carne y hueso, que vive en el mundo real, con sus dudas, idiosincrasias y preguntas”.
La madre de los más pobres, Teresa de Calcuta, falleció el 5 de setiembre de 1997. Su proceso de beatificación es el más rápido en la historia del catolicismo. Tardó apenas cinco años. En el 2002, el papa Juan Pablo II la proclamó beata, y el 4 de setiembre de 2016, el Papa Francisco la canonizó como santa.
Este contenido fue elaborado por nuestra colaboradora Sandy Valeria Crespo Carrasco.