Lo que se planificó en un viaje de diversión y placer terminó en una pesadilla. Y con tragedia. El peruano transgénero Rodrigo Ventosilla se enrumbó a principios de agosto a Bali (Indonesia) de luna de miel, pero acabó muerto días después bajo custodia policial.
Hoy, los familiares del desaparecido acusan a la policía indonesia de “transfobia” y “tortura” mientras las autoridades alegan que no hubo violencia y que la víctima fue retenida por llevar cannabis, aunque contaba con una prescripción médica.
Viaje de terror
El peruano Ventosilla, un estudiante de máster en Gestión Pública en la Universidad de Harvard (EE.UU.), llegó el pasado 6 de agosto a la turística isla de Bali de viaje de novios tras contraer matrimonio con Sebastián Marallano, según explica la familia en un comunicado. “En un acto de discriminación racial y transfobia, Rodrigo fue detenido y sindicado como traficante de drogas, por tener medicamentos vinculados a su tratamiento de salud mental, los cuales contaban con su prescripción de personal de salud”, señalan los familiares.
Según la prescripción médica, diagnostica a Ventosilla, de 32 años, un trastorno depresivo y le recomienda un tratamiento con antidepresivos y cannabis médico. El documento, en inglés e indonesio, está firmado por una doctora de la Asociación de Psicólogos de Perú. Este comunicado de la familia también señala que Marallano, que llegó en un vuelo posterior al de su marido a Bali, fue arrestado también y la policía pidió sobornos que iban aumentando desde 13.000 a 100.000 dólares para cada uno a cambio de su libertad.
“Durante esa tarde ambos fueron víctimas de violencia policial”, dicen sus familiares, quienes agregan que, tras unas breves comunicaciones con sus familiares, quedaron «incomunicados» a partir del 8 de agosto. Un día después, los dos peruanos fueron hospitalizados por una “fuerte descompensación” y Ventosilla falleció el día 11 en circunstancias que aún no han sido esclarecidas porque no se le realizó una autopsia.
La familia asegura que la Policía obstaculizó el acceso a los abogados y amigos de Rodrigo y que el Consulado peruano “no se apersonó a brindar apoyo” hasta que la víctima falleció. También denuncia que la policía indonesia no le permitió realizar una autopsia independiente al cadáver y que no le dieron información en el hospital. Marallano ya ha regresado a Perú con asistencia consular y el cadáver de su esposo también ha sido repatriado, según fuentes del hospital.
Versiones de autoridades indonesias y peruanas
En el informe policial indonesia, Ventosilla fue puesto bajo custodia policial después de que los funcionarios del aeropuerto hallaran pastillas con una etiqueta que decía «THCYL», en supuesta referencia a THC (el principio activo de la marihuana), así como “pasteles” que parecían contener cannabis. El portavoz de la Policía de Bali, Stefanus Satake Bayu Setianto, indicó hoy a Efe que el peruano fue enviado a comisaría, pero no estaba detenido y se le permitió estar acompañado por Marallano y un abogado.
“No hubo violencia. Se le trató bien y sin violencia», precisó el portavoz, quien agregó que pudieron usar sus teléfonos y no estuvieron incomunicados, al tiempo que la familia pedía a la Policía que no realizara una autopsia, según recoge un documento firmado por la madre de Ventosilla.
En tanto, en Perú, en un comunicado, el Ministerio de Relaciones Exteriores informó el miércoles de que brindó asistencia consular a los peruanos en Bali “con la debida diligencia” y negó que hubiera “discriminación racial y transfobia» durante su detención en Bali.