Empieza a llover en Trujillo. Y no cualquier lluvia. Será la que provocará la activación de las quebradas, el colapso de unas 543 casas y matará, oficialmente, a una persona, entre otras desgracias. Es el fatídico viernes 10 de marzo y el reloj está a punto de llegar a la seis de la tarde. En la plaza mayor se desarrolla la feria de libro y uno de sus invitados estelares posa para BuenPepa delante del monumento a la libertad.
Ricardo González Vigil viste un saco oscuro, camisa celeste y corbata de rayas. Carga dos libros y la lluvia no molesta tanto ni arruina la foto. Garúa en Trujillo, chispea en su plaza, entonces el crítico literario y estudioso de la obra del enorme César Vallejo recita al enorme César Vallejo: “Ahora que chirapa tan bonito en esta paz de una sola línea, aquí me tienes”. Es el Poema XXII de Trilce.
El crítico participó en la Feria Internacional del Libro de La Libertad, donde presentó Microrrelato peruano. Antología general (Ediciones Copé, Petroperú), obra en la que trabajó en la selección, prólogo y notas.
Su encuentro con los lectores trujillanos fue una de las últimas actividades de la feria que debió suspenderse por las lluvias provocadas por el ciclón Yaku. González Vigil conversó con BuenaPepa sobre Vargas Llosa, fútbol y Vallejo.
-¿Cuál es la singularidad o importancia de que Mario Vargas Llosa sea incluido en la Academia Francesa?
-Es algo fuera de lo común y dada la gran importancia de él, no han respetado, ni siquiera, las bases normales. Entonces, hay que verlo como una forma extraordinaria de reconocerlo entre los grandes escritores de nuestro tiempo, porque, propiamente, no escribe francés. Y no solo eso, creo que hasta más significativo es que, hace pocos años, sus obras las publica la editorial Gallimard en la colección de clásicos, en la Pléiade. Es uno de los pocos autores vivos que logra eso, o sea, eso es más difícil, todavía, que estar en la Academia.
-¿Se pueden identificar rasgos que la literatura peruana experimenta pospandemia?
-Yo siento que cosas que ya estaban, se han acentuado. Por ejemplo, el interés por los relatos de horror, por la ciencia ficción, por eso que se llama distopías. Han aumentado esos intereses dado el contexto tremendo y de transformación de la vida, de inseguridad, todo lo que se especula sobre las vacunas, la enfermedad, la inteligencia artificial.
-¿Y la autoficción? ¿Seguimos en esa cresta?
-Creo que ya no tanto. Lo que sí es fuerte es la noficción, en el sentido del relato crónica. Es fuerte el relato de calidad literaria que no es ficción.
Creo que ya no tanto. Lo que sí es fuerte es la noficción, en el sentido del relato crónica. Es fuerte el relato de calidad literaria que no es ficción.
González Vigil y el fútbol
-En la feria del libro de La Libertad se ha presentado una selección de cuentos sobre fútbol. ¿Cómo está esta temática en la literatura peruana?, ¿hay una tradición creativa que va por este camino?, ¿tenemos a un gran escritor vinculado con el fútbol?
-(Aclara que su respuesta será improvisa). Ya es famoso el poema que le dedica a Juan Parra del Riego a un jugador uruguayo (Isabelino Gradín). Parra vivía en Montevideo y es la época que Uruguay va a ser el primer campeón del mundo. El poeta peruano crea su famoso Polirritmo dinámico a Gradín, jugador de football, es en los años 20. Blanca Varela tiene un poemita. El que tiene un libro es Arturo Corcuera, es una expresión de su amor por Alianza Lima.
-En narrativa…
-A mí me parece que destaca una novela de Santiago Roncagliolo, La pena máxima, ambientada en ese contexto horrible cuando nos ganaron 5-0 (Argentina goleó al Perú). No me gusta igual, pero es interesante, la novela totalmente de fútbol de Isaac Goldemberg que se llama Tiempo al tiempo. Es un lenguaje totalmente de fútbol: primer tiempo, segundo tiempo.
-Luego de la clasificación a Rusia 2018, la creación literaria vinculada al fútbol se circunscribió a la noficción.
-Totalmente. Hubo una gran cantidad.
-Lo traigo a Vallejo. Aquí vivió el poeta, por acá camino. ¿Cree que se le está dando el espacio, el reconocimiento que merece su vida, su obra o cree que debemos hacer mucho más por sus enseñanzas, sus escritos, su sentido de la vida, su interpretación del mundo?
-Creo que estamos en una buena dirección; pero todavía falta. El año pasado se celebró muy fuerte en centenario de Trilce en todos lados —no sé, si tanto acá en Trujillo—. Este año, tenemos el centenario de Escalas (cuentos y relatos). Vallejo está muy metido y, es sin duda, el poeta peruano de más difusión universal.
-¿Este Perú actual, sería menos friccionado, menos doloroso si entendiéramos la obra de Vallejo?
-Claro que sí, pero habría que leerlo completo; sus artículos de periódicos, sus reflexiones, sus novelas, su obra de teatro, como Colacho hermanos, por ejemplo. Hay varias cosas de Vallejo que tocan temas que son, de alguna manera, vigentes.