¿Has visto a personas caminando por las calles con un patito amarillo en la cabeza o en la ropa? Si es así, no te sorprendas, pues se trata de una moda que se ha extendido por varios países de Latinoamérica, como Perú, Ecuador y Brasil. Trujillo no es la excepción.
Se trata de la fiebre del patito amarillo, una tendencia que consiste en usar este juguete como un accesorio divertido y llamativo. En la capital de La Libertad, incluso, se ha montado este accesorio sobre un vehículo, que recorre la ciudad.
Origen del patito amarillo
¿De dónde viene esta moda y qué significa? Según los resultados de una búsqueda en diferentes sitios web, hay varias posibles fuentes de esta tendencia, que tiene diferentes interpretaciones según el contexto y la cultura.
Una de las hipótesis es que esta tendencia proviene de Japón, donde existe la cultura ‘kawaii’, que se refiere a la creación de objetos o personajes que generan ternura o simpatía. Los patitos amarillos serían una expresión de esta estética, que busca transmitir alegría y optimismo a quienes los usan y los ven.
Otra de las hipótesis es que esta tendencia se inspira en la obra del artista holandés Florentijn Hofman, que creó una escultura de un pato de plástico amarillo de casi 20 metros de altura, que hizo flotar por varias ciudades de Europa y Asia, y que luego llegó a Sudamérica.
La escultura fue muy popular y se convirtió en viral a nivel global. A partir de entonces, las personas comenzaron a usar patos amarillos como accesorios, especialmente en la cabeza.
Otra de las hipótesis es que esta tendencia se popularizó en TikTok, donde los usuarios compartieron videos divertidos o curiosos con los patitos amarillos, sin un significado específico, solo como una forma de expresar alegría o simpatía.
Impacto y color
Lo cierto es que los patitos amarillos han causado furor en Trujillo, donde se han convertido en un símbolo de creatividad e individualidad.
Hay varias maneras de usarlos: algunos los llevan como una vincha o con un pequeño gancho, otros los personalizan con diferentes diseños o accesorios.
Además, los patitos amarillos son muy económicos y fáciles de conseguir: se pueden comprar a 1 a 5 soles.
La fiebre del patito amarillo es una tendencia que no pasa desapercibida y que genera reacciones diversas entre la gente. Algunos lo ven como una forma de divertirse y romper con la rutina, otros lo ven como una forma de protesta o reivindicación social. Lo que está claro es que los patitos amarillos han llegado para quedarse y para contagiar alegría y creatividad a quienes los usan y los ven.
Fotos: Jhohan Rodríguez Calderón.