La comunidad de La Pintana, en Santiago de Chile, está conmocionada por un caso de parricidio que ha estremecido al país. Sonia del Carmen Paillao Calfucura, madre de Marco Antonio Cantillana Paillao, desconectó la máquina que permitía respirar a su hijo cuadripléjico y luego confesó su crimen a través de audios de WhatsApp.
El joven, quien quedó en esa condición tras recibir un disparo en un tiroteo en diciembre de 2018, había regresado a su hogar solo seis horas antes del homicidio, después de haber estado bajo el cuidado de una amiga.

Parricidio en Chile: «Estoy aburrida de cuidarlo»
Según el sitio Bio Bio Chile, el asesinato ocurrió el 16 de enero en la comuna de La Pintana. Testigos declararon que la mujer había manifestado en varias ocasiones su cansancio por la responsabilidad de cuidar a su hijo.

Uno de ellos relató a la Policía que vio a Sonia llorando mientras hablaba con un desconocido. Cuando se acercó a preguntarle qué le pasaba, la mujer le respondió con una frase escalofriante: «Estoy cansada, no doy más. No soy capaz de seguir cuidándolo, quiero que descanse. Estoy aburrida de cuidarlo, porque no puedo hacer mi vida tranquila».

Minutos después, ingresó a su vivienda, se acercó a su hijo, lo besó en la frente y se recostó sobre su pecho llorando. Acto seguido, manipuló las máquinas que lo mantenían con vida, provocando que sonara una alerta.
«Estoy cansada, no doy más. No soy capaz de seguir cuidándolo, quiero que descanse. Estoy aburrida de cuidarlo, porque no puedo hacer mi vida tranquila».
El testigo observó cómo el joven comenzó a ahogarse y convulsionar. Intentó intervenir, pero la mujer lo sacó a empujones de la casa. Cuando finalmente lograron pedir ayuda, el servicio médico demoró 30 minutos en llegar.

Los audios de WhatsApp que confirman el crimen
El caso tomó un giro aún más macabro cuando salieron a la luz los audios de WhatsApp que Paillao Calfucura envió a M.M.A., una mujer que había cuidado a Marco en el pasado.
En uno de los mensajes de voz, la madre confesó sin remordimiento lo que acababa de hacer. «Oye, desconecté al Marco. Dime cómo chucha tengo que hacerlo, porque yo no estoy capacitada para cuidarlo. ¿Sabís qué? Yo ahora me voy a irme, me voy a arrancar».

En otro audio, la mujer insistió: «Yo no estoy capacitada para cuidar al Marco. Yo lo voy a matarlo (…) tú sabes que yo estoy enferma. Háblale al papá del Marco que haga alguna hueá porque no he podido hablarle al hueón. Contesta concha de tu madre».
«Oye, desconecté al Marco. Dime cómo chucha tengo que hacerlo, porque yo no estoy capacitada para cuidarlo. ¿Sabís qué? Yo ahora me voy a irme, me voy a arrancar».
Uno de los aspectos más perturbadores del caso es que, horas antes del asesinato, la mujer había estado caminando con un hombre desconocido. Posteriormente, se supo que se trataba de un ciudadano venezolano a quien conoció a través de Facebook y con quien se había citado por primera vez ese día.
El sujeto declaró que Sonia estaba en estado de ebriedad y que incluso había golpeado a su hijo antes de desconectarlo.
«Yo no estoy capacitada para cuidar al Marco. Yo lo voy a matarlo (…) tú sabes que yo estoy enferma. Háblale al papá del Marco que haga alguna hueá porque no he podido hablarle al hueón. Contesta concha de tu madre»
El caso ha generado indignación en Chile y ha reavivado el debate sobre la falta de apoyo a familias que cuidan de personas con discapacidad severa.
Mientras tanto, las autoridades continúan con la investigación para esclarecer todos los detalles del crimen y determinar la condena que enfrentará la mujer.
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