Desde la medianoche de este viernes 15 de noviembre, cientos de integrantes de las rondas campesinas de la región La Libertad han bloqueado diversos puntos estratégicos que conectan con la sierra liberteña, como parte de un paro nacional en protesta por el avance de la delincuencia común y organizada.
El Centro de Operaciones de Emergencia Regional (COER) informó que cuatro de las siete provincias andinas de La Libertad están acatando la medida: Otuzco, Sánchez Carrión, Santiago de Chuco y Pataz.

Paro en La Libertad: estas carreteras están bloqueadas
Entre los principales puntos de concentración se encuentran Shorey, el desvío a Comarsa y Yamobamba, que conectan a Huamachuco y otras localidades andinas. Además, en la provincia de Pataz, los ronderos han bloqueado el puente Chagual, impidiendo el paso de vehículos y paralizando el comercio local.

Demandas y reclamos
Santos Quispe, representante de las rondas campesinas en Pataz, señaló que sus pares de Sánchez Carrión y Bolívar también se han sumado al paro. No obstante, aseguró que las ambulancias y vehículos de emergencia tienen pase libre para garantizar la atención médica.


La protesta, que se extenderá por 24 horas, busca visibilizar la creciente inseguridad en la región y exigir una respuesta efectiva del Gobierno Central.
De igual modo, el presidente presidente de la Central de Rondas Campesinas en La Libertad, Roger Sandoval, indicó que buscan mostrar ante los líderes políticos extranjeros lo que ocurre en el Perú.
«El pueblo está harto de lo que hace la delincuencia y la indiferencia de las autoridades en sus distintos niveles. No solo somos los ronderos, es toda la población organizada la que apoya el paro”, afirmó.


¿Y las clases?
La Gerencia Regional de Educación ha emitido recomendaciones a las instituciones educativas para evaluar la suspensión de clases si no se puede garantizar la seguridad de los estudiantes. Sin embargo, hasta el momento, no se ha declarado oficialmente la postergación de actividades escolares.
El paro también cuenta con el respaldo de comités de mototaxistas, mercados y algunas instituciones privadas. «Incluso han colaborado para la olla común. Todos van a parar», destacó Sandoval.
La paralización responde a una ola de criminalidad que afecta a diversas provincias de la región. Los ronderos han señalado que los actos delictivos no solo se concentran en las ciudades, sino que también han llegado a comunidades rurales, generando miedo y desconfianza entre sus habitantes.