El comandante general de la Policía Nacional del Perú, Víctor Zanabria, ha expresado dudas sobre las afirmaciones del futbolista Paolo Guerrero de estar siendo objeto de extorsión por parte de bandas criminales en Trujillo.
A modo de confirmación, Zanabria declaró que no se proporcionará ninguna protección especial para Guerrero o su familia, descartando así las garantías brindadas por el presidente de Consejo de Ministros, Alberto Otárola.
Desde hace varios días, Paolo Guerrero causó una gran conmoción al anunciar en los medios nacionales que ha sido objeto de extorsión por bandas criminales, afectando a su madre, hermanos, y familiares cercanos.
Esta situación, según dijo en los medios de comunicación, lo motivó a solicitar la cancelación de su contrato con el club deportivo Universidad César Vallejo de Trujillo.
Caso Paolo Guerrero: no tendrá resguardo de la PNP
Alberto Otárola, en un acto de solidaridad, había asegurado a Guerrero y su familia que la Policía Nacional estaría a su disposición para brindar apoyo y seguridad. Sin embargo, estas afirmaciones ahora parecen haber sido dejadas de lado, con el general Víctor Zanabria cuestionando la veracidad de las acusaciones de extorsión de Guerrero y retirándole cualquier promesa de seguridad personal.
El comandante general de la Policía Nacional explicó que la misión de la institución es resguardar a una serie selecta de individuos “desde la presidenta de la República hasta el último funcionario estatal”, basado en la apreciación de la inteligencia en términos de la realidad del potencial riesgo.
Según él, tras evaluar el caso de Guerrero, la Policía no considera que se aplica a los criterios para una seguridad adicional. Como resultado de esta decisión, la seguridad de Guerrero y su familia ahora recae en el club de fútbol UCV y la familia Acuña, dueña de la institución.
Zanabria remarcó que estos problemas de seguridad son ahora contractuales, poniendo la responsabilidad en los Acuña y la UCV para asegurar el bienestar del futbolista. También criticó la atención mediática generada por el caso, instando a todos a asumir el compromiso de no tolerar la delincuencia y a ayudar a la Policía a desarticular bandas criminales a través de denuncias formales.