Moana 2 (David G. Derrick Jr., 2024) es una digna sucesora de su primera entrega. Divertida, entretenida y con un mensaje de empoderamiento femenino interesante, esta película retoma la historia de Moana, ahora convertida en una experta navegante.
En esta ocasión, su misión principal es cumplir con el encargo de sus ancestros: conectar a su pueblo con el resto del mundo. Para lograrlo, formará una peculiar tripulación y contará nuevamente con la ayuda del semidiós Maui.
La cinta se mantiene fiel a lo planteado en la original, profundizando en las personalidades de los personajes principales. Además, introduce nuevos protagonistas que no solo enriquecen el viaje, sino que también aportan humor y crean una atmósfera de camaradería y amistad que resulta muy atractiva.
En cuanto a la historia, Moana 2 desarrolla una narrativa sencilla, pero efectiva. Destaca el poder y la valentía de su protagonista. Un guiño notable es su toque metaficcional, al abordar con inteligencia el estatus de Moana como “princesa Disney”, cerrando este tema de manera espectacular hacia el final de la película.
Sin embargo, como sucede con otras producciones del estudio, la película no rompe del todo con los esquemas tradicionales.
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Aunque cumple con ser entretenida y divertida por momentos, no ofrece grandes sorpresas narrativas. Aun así, los fans de la historia original quedarán satisfechos, ya que respeta y amplía el legado de la primera entrega.
Donde la película realmente deslumbra es en el apartado técnico. La animación digital es simplemente espectacular, especialmente en una sala de proyección adecuada. Las texturas, los fondos, los colores y los detalles están ejecutados con un nivel de calidad impresionante, logrando un equilibrio perfecto entre lo realista y lo fantástico.
Donde la película realmente deslumbra es en el apartado técnico. La animación digital es simplemente espectacular, especialmente en una sala de proyección adecuada.
Este avance técnico podría marcar un nuevo estándar para futuras producciones, brindándonos experiencias inmersivas en mundos oníricos llenos de detalles alucinantes.
En resumen, Moana 2 es una película que conmueve, entretiene y desafía sutilmente algunos estereotipos autoimpuestos por la industria. Aunque no reinventa el género, aporta frescura y calidad, dejando claro que Disney aún tiene la capacidad de sorprendernos, sobre todo en el plano visual. Una experiencia que vale la pena disfrutar.