Los residentes y comerciantes de la urbanización El Cortijo viven a diario una situación caótica. El caos vehicular frente al Mallplaza se ha convertido en un problema agudo que afecta la seguridad de quienes transitan por esa parte de la ciudad.
El desorden vehicular se presenta en las intersecciones de las avenidas Mansiche con Metropolitana II, Paisajista y la calle República. Durante las horas pico, el panorama se convierte en un grave atentado contra el bienestar de los trujillanos.
Luis Chunga, propietario de la panadería El Cortijo, ha notado cómo su negocio es afectado por el tráfico intenso.
“Muchos clientes se quejan de la dificultad para encontrar estacionamiento y algunos incluso se van sin comprar nada”, lamenta.
Además de la disminución de clientes, Chunga ha notado retrasos en las entregas de suministros y en la llegada de sus empleados debido al tráfico.
“Las entregas de nuestros proveedores a menudo llegan tarde, especialmente, en las horas pico”, añadió.
Por otro lado, la seguridad de los peatones es otra gran preocupación. “Cruzar la calle frente al Mall Plaza es un peligro”, afirma Chunga. “Los conductores no respetan las intersecciones y esto es muy peligroso”.
Esta zona de Trujillo se ha convertido en una de las más concurridas por las personas debido al funcionamiento del Mallplaza, el centro comercial más grande de la región La Libertad.
Además de la disminución de clientes, Chunga ha notado retrasos en las entregas de suministros y en la llegada de sus empleados debido al tráfico.
Además, el estado de las pistas —llenas de huecos— empobrece el tránsito de vehículos y peatones.
A ello se debe sumar al irrespeto a las normas de tránsito de los conductores, en especial, los taxistas, quienes estacionan en doble fila frente al centro comercial, lo que bloquea el paso de las demás unidades.
Por si fuera poco, la presencia de policías de tránsito es escasa, lo cual agiganta al caos y malestar de los vecinos.
Mala cara del Mallplaza
El vecino de El Cortijo, Gustavo Aquilino, también expresa su preocupación por el impacto del tráfico en su vida y la de su familia.
“Me toma mucho tiempo salir y entrar a la urbanización, especialmente en las horas pico”, lamenta.
Además, manifestó su inquietud al tener que cruzar la intersección hacia el mercado (Mansiche con calle República), ya que los muros de concreto colocados por las autoridades obstruyen la visión de los vehículos, lo que aumenta el riesgo de accidentes.
Ante esta situación, los residentes y comerciantes de la zona exigen a las autoridades tomar medidas urgentes para solucionar el problema.
Texto e imágenes: Valeria Gamboa Garnica
