Es raro un concierto de rock en Trujillo. Lo es, además, si se elige como escenario una universidad, una universidad pública. Y lo es más, si se celebra en el horario que juega la selección peruana de fútbol. Es raro.
Pero son Los Luna, quienes organizaron la velada. La genuina banda de rock pop —de las más virtuosas que han aparecido en Trujillo en las últimas décadas— celebró su decimoprimer aniversario con una tocada orgánica, íntima y natural.
El rock siempre ha sido un acto de protesta. Siempre ha progresado en los márgenes. Fiel a ese destino, el recital de Los Luna, en un inicio fijado para el 15 de marzo, debió desarrollarse el viernes 22 sí o sí, así el mundo esté pendiente de otros asuntos.
Como el partido de la selección contra Nicaragua o la balacera que se desató minutos antes de que empiece el show frente al centro de estudios, en la avenida Juan Pablo II.
“Pasen, caballeros conozcan, un poco de ustedes mismos”, canta la banda fundada en el 2013 en el tema La Orquesta del Final de Los Tiempos de La Luz, de su segundo disco aún en versión demo, pero que ya se puede escuchar en su canal de YouTube
Rock vive: dos palabras
Y como tal, en el evento de rock hubo de todo. Retraso en su inicio, pogueo, invitados, una paralización de casi una hora porque la música interrumpía actividades académicas propias de la universidad y hasta una pedida de matrimonio que protagonizó una pareja del público.
Y, también, la confirmación del talento que pulula por La Libertad. Además, de los anfitriones, los artistas y agrupaciones que participaron del concierto hicieron gala de su virtuosismo y pasión por la música.
Grandes loas para Tradición Mestiza, Distensión, Levedad del Ser, A-Temporal, Bianca y Par-k. Su performance de todo estos músicos dimensiona dos palabras viejas y nuevas, a la vez: el “rock vive”.
Entonces, como el rock es también poesía, unos versos de Alfonsina Storni apalancan lo vivido el viernes: “Esta noche al oído me has dicho dos palabras comunes. Dos palabras cansadas de ser dichas. Palabras que de viejas son nuevas”.
Los Luna y el matrimonio
¿Y por qué el lugar? “Porque fue el primero que apareció y lo agarramos. No había otra”, dice Jairo Alayo, el líder de la agrupación sobre el porqué eligieron a la Universidad Nacional de Trujillo (UNT) como sede.
Los Luna decidieron celebrar su aniversario con sus seguidores en un concierto gratuito. Por ello, resolvieron por un espacio en el que no invirtieron. Como tampoco les costó —confesión de Jairo— los equipos de sonido. “Los taxis sí nos han llevado de encuentro”, agrega y ríe a tropezones.
Hay letras que se hacen carne. Como la de su canción El loco y la luna —“Y el tráfico me impide la pista cruzar. Un hombre a mi costado me cede unas alas y empiezo a volar”—, siempre hubo alguien presto para colaborar en este concierto.
Y como los favores son una cadena y recíprocos. La banda ayudó a Martín Rojas Aguilera a pedirle matrimonio a su novia Laurent Quipuscoa Germán.
Durante su hit Quiero, el tema con el que la banda saltó a la popularidad, el joven tomó el micro y desde el centro del escenario miró a su pareja. Quiero ser tu acompañante por tu paso por la vida. Caminó hacia ella. Y darte todo cuando pueda. Subió la escalinata. Y lo que pueda te daré. Sacó un anillo. Quiero ser más que tu incondicional amante.
Sí, acepto.
La Gallera y el pogo
“La tecnología es un tipo de soledad”, dice Jairo.
Para su tema Sicario cedió el escenario a Samuel García Astopilco, quien puso a la mitad de los asistentes a poguear.
El pogo es un frenesí y una tradición en los eventos de rock. Las personas bailan y se empujan al ritmo de música acelerada. Algarabía y expresión de felicidad.
“A mí todo esto me parece increíble. Increíble que nos hayamos vuelto a juntar y que estemos celebramos 11 años y que estemos a puertas de un segundo disco. Es increíble”, valora Jairo Alayo.
Los Luna aparecen en el 2013 con un tremendo tema Quiero. El videoclip de la canción ganó el concurso Generarock de 2014, y les permitió difundir su arte por canales de televisión de Lima.
Luego, estrenan el tema Tripulando sueños y, después, el disco Días turbulentos.
En el 2016 se separan. En el 2020 se vuelven a juntar para echar andar toda la creatividad y expresividad contenida y han producido su segundo disco Do it yourself.
“Esto es maravilloso”, insiste Jairo, antes de que le avisen que la actividad académica ha terminado y deben seguir con la segunda parte del concierto.
La Gallera, así llama, en la UNT, al espacio donde se desarrolló la fiesta de aniversario. Es un patio con unas escalinatas a los costados que fungen de asientos. Tiene toda la pinta de anfiteatro.
El escenario no tiene las luces de un concierto, sino unos reflectores estáticos, que no son impedimento para disfrutar de la velada.
La noche del viernes Los Luna estuvieron integrados por Robert Bueno, Christian Reyna Llapo, Kyoshi Tovar, Carlos Elías Díaz Abanto (baterías-coros), Gabriel Huamaní (teclado), Daniel Zurita Alban (bajo, flauta traversa), Luis Ángel López (primera guitarra), Alexander Gonzales Acuña (segunda guitarra y bajo) Wil Alayo García (coros, voz de apoyo) y Jairo Alayo García (voz principal).
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La selección peruana ya le ganó a Nicaragua, y Los Luna empiezan a despedirse de su público. Fue una velada opuesta al común denominador. Una noche genuina de rock.
