Los Ultra Bad Boys de Estrella Roja (Serbia), los Irriducibili de la Lazio (Italia), La 12 de Boca Juniors y Los borrachos del Tablón de River Plate (Argentina), los Fans del PAOK (Grecia), los UltrAsian de Galatasaray (Turquía) y la Mancha Alvi-Verde de Palmeiras (Brasil) son consideradas las barras más peligrosas del mundo. Sin embargo, sus actos dentro y fuera del campo nunca han afectado directamente a la institución con alguna drástica sanción como le acaba de pasar al histórico Alfonso Ugarte de Chiclín, el primer campeón de la Copa Perú (1967).
Los ‘Diablos Rojos’ han sido vetados de la Liga Distrital de Trujillo y de “futuras competiciones que se den en la presente Liga, por las reiteradas inconductas que han venido desarrollando durante su participación en este torneo”, según indica la organización del campeonato, mediante documentos, presentados en sus redes sociales.
¿Qué pasó?
El pasado 1 de mayo, en la última fecha de la Distrital, el Estadio Unión de Laredo recibía al Alfonso Ugarte (segundo en la tabla de posiciones con 19 puntos) y al Deportivo Training Gol (tercero con 18 puntos). Ambos definirían el segundo lugar y el acompañante de Carlos Tenaud (líder del torneo) a la fase Provincial de la Copa Perú (clasifican los dos primeros).
A los ‘Diablos Rojos’, que son dirigidos por el ex-Universitario de Deportes, César ‘Leche’ García, solo les bastaba el empate para meterse como segundos a la siguiente fase del ‘fútbol macho’, pero se encontraron con un aguerrido Training, que dio el primer golpe a poco de finalizar el primer tiempo. El cuadro chiclinero, que tiene en sus filas a conocidos futbolistas del balompié trujillano como Felipe Cedrón y Antonio Casanova, ambos ex-Mannucci, descontaron en la segunda fase, pero a poco del final, el equipo rival puso el 2-1 definitivo.
Antes de pitar el final, sobre los 90+2’, los hinchas del cuadro de Chiclín no aceptaron la derrota, invadieron el campo e intentaron agredir al árbitro del compromiso, Raúl Quispe Romero. Incluso, según el parte del juez y la policía, un aficionado “atacó con un palo la zona de prensa donde se transmitía dicho encuentro”.
“En el minuto 90+2, hinchas invadieron el campo para agredir al árbitro, fueron detenidos por los jugadores y seguridad privada. Los mismos aficionados lanzaron objetos (botellas y piedras) contra la prensa, intentando grabar las imágenes. Una persona con polo negro que expresa palabras soeces y amenazantes al árbitro, así como otro señor con short plomo y portando polo rojo en el cuello con un palo golpea en el armario de transmisión, conductas que demuestran un comportamiento vandálico”, reza el comunicado de la Liga Distrital.
“De acuerdo a lo prescrito en el artículo 21 del sistema Nacional de Campeonatos del Texto Único de Bases y Reglamentos del Sistema Nacional de Campeonatos, el mismo que prescribe: En los escenarios deportivos del sistema Copa Perú, donde se produzcan actos de violencia de oficio por la Liga Deportiva Departamental o Federación Deportiva Peruana de Fútbol y/o dirigentes, serán vetados de oficio por la Liga Departamental o Federación Deportiva Peruanos de Fútbol según corresponde; sin prejuicio de ser denunciado los clubes causantes de dichos hechos ante la comisión disciplinaria correspondiente en mérito a los informes del árbitro, delegado de partido y autoridad policial responsable de seguridad, debiendo incluso ser separados de oficio del torneo respectivo”, se lee.
“Se resuelve: sancionar al Club Deportivo Sport Alfonso Ugarte con la exclusión de futuras competiciones que se den en la presente Liga Distrital de fútbol de Trujillo, no pudiendo volver a competir en la presente liga distrital, por las reiteradas inconductas que han venido desarrollando durante su participación en la Liga”, finaliza.
Estadio sin garantías
La Liga destaca la reincidencia del cuadro chiclinero, que en la segunda jornada de la Liga, cuando el elenco rojo empató 1-1 con la UNT, un grupo de hinchas ingresó al campo y reprochó airadamente al árbitro de aquel encuentro.
“Nada justifica la violencia, pero el Estadio Unión de Laredo no presenta garantías, no tiene mallas y la seguridad no es suficiente. Cualquiera puede ingresar al campo. Las decisiones del árbitro, certeras o no, generaron descontentos”, expresó, por su parte, Percy Paredes Villarreal, antropólogo social y escritor del libro “Alfonso ‘Cohete’ Ugarte Borgoño” —máximo ídolo chiclinero—, quien estuvo presente en el lugar de los hechos.