El sistema de vigilancia del distrito de La Esperanza, uno de los más poblados de toda la región La Libertad, evidencia graves deficiencias que dimensión la inseguridad que viven sus vecinos.
La Contraloría General de la República halló que de las 121 cámaras de vigilancia instaladas en toda la urbe, 88 de ella se encuentran inoperativas, lo que representa un riesgo significativo para la seguridad de los esperancinos y un supuesto despropósito en la gestión del alcalde Wilmer Sánchez Ruiz.
El no funcionamiento de estos dispositivos, tal como lo advirtió el órgano de control, en una visita que realizó en febrero del 2024, impacta de manera fundamental en dimensionar uno de los graves problemas sociales: la delincuencia.
El sistema de cámaras de videovigilancia desempeña un papel considerable en las ciudades modernas, porque brinda una serie de beneficios relevantes para los ciudadanos.
El no funcionamiento de estos dispositivos impacta de manera fundamental en dimensionar uno de los graves problemas sociales: la delincuencia
Estas cámaras actúan como ojos adicionales en las calles, plazas y espacios públicos, aumentando la seguridad y la prevención del delito. Proporcionan una vigilancia constante y disuasoria, lo que puede ayudar a reducir la incidencia de robos, vandalismos y actos delictivos en general.
Además, las grabaciones de video pueden servir como evidencia crucial para la investigación y el enjuiciamiento de delitos, lo que fortalece el sistema judicial.
El exministro del Interior, Luis Pérez, destaca que “las cámaras de vigilancia son una herramienta clave para prevenir y combatir el delito en nuestras ciudades, brindando una mayor cobertura y control en áreas estratégicas”.
El sistema de cámaras de videovigilancia también pueden utilizarse para monitorear el tráfico, mejorar la gestión del transporte y proporcionar información en tiempo real sobre condiciones de seguridad.
La Esperanza: no solo las cámaras
La Contraloría General de la República advirtió, además, que el sistema de videovigilancia tampoco recibe mantenimiento preventivo ni correctivo, lo que agrava aún más la situación.
Esto implica que el monitoreo permanente del sistema de seguridad ciudadana, que está a cargo de la municipalidad, se ve comprometido, lo que deja a la población vulnerable e indefensa.
Durante una visita realizada a la Central de Monitoreo de la Municipalidad Distrital de La Esperanza, la Contraloría constató que solo cuatro operadores estaban laborando en una sala diseñada para albergar a nueve operadores.
Además, se descubrió que cinco módulos de operadores, equipados con dos monitores de computadora cada uno, se encontraban fuera de servicio.
La situación empeora con el sistema de almacenaje de datos, el cual carece de un sistema de enfriamiento adecuado.
Se verificó que solo se utilizan dos ventiladores de aspas, lo que aumenta el riesgo de pérdida de toda la información almacenada en cualquier momento.
La Esperanza: sistema de seguridad paupérrimo
El objetivo de la visita de control fue evaluar el cumplimiento de las responsabilidades de los gobiernos locales en cuanto a la seguridad ciudadana.
Lamentablemente, se descubrió que la gestión de Wilmer Sánchez, alcalde de La Esperanza, presenta graves deficiencias en este ámbito.
Además de todas las expuestas, también, se descubrió que la Secretaría Técnica del Comité Distrital de Seguridad Ciudadana, que lidera el burgomaestre, no logró articularse con otras entidades, desatendiendo así la problemática de la inseguridad en el distrito.
Se observó que no se promovió la conformación de juntas vecinales, lo que impide fortalecer la seguridad ciudadana a través de la participación de la comunidad.
La situación empeora con el sistema de almacenaje de datos, el cual carece de un sistema de enfriamiento adecuado.
Otro aspecto preocupante es la falta de un plan específico para el año 2024 en el servicio de serenazgo municipal, lo cual dificulta la coordinación y la implementación de estrategias conjuntas contra la delincuencia.
Además, se constató que el personal de serenazgo carece de implementos básicos de protección, lo que pone en peligro su seguridad e integridad.