InicioFruta frescaFrutero DeportivoLa tóxica relación de Guerrero y Vallejo vive un nuevo capítulo

La tóxica relación de Guerrero y Vallejo vive un nuevo capítulo

Delantero se negó a jugar frente a Alianza Lima y desató la ira de la dirigencia poeta

El fútbol peruano siempre ofrece situaciones imborrables y exportables. La imagen de un futbolista que se niega a jugar dan la vuelta al mundo. Y no es cualquier deportista.

La máxima figura vigente del balompié nacional, Paolo Guerrero, protagoniza una escena irreal: su técnico le ruega para que ingrese al campo de juego y él “no puedo jugar”.

Y todo televisado.

Del Mansiche para el mundo.  

Es una imagen que alimenta las pasiones que cocina el fútbol. Es una situación inexplicable para los televidentes, y donde no hay certezas, brotan las especulaciones, esas que hacen correr la pelota y los corazones.

La máxima figura vigente del balompié nacional, Paolo Guerrero, protagoniza una escena irreal: su técnico le ruega para que ingrese al campo de juego y él “no puedo jugar”.

Vallejo perdió 3-2 frente a Alianza Lima, en el inicio del torneo Clausura, pero ganó una nueva batalla de la guerra que siempre ha sostenido con su máxima figura: Guerrero.

No es una relación sana la del delantero y el club del gobernador regional de La Libertad, excandidato presidencial y millonario, César Acuña Peralta.

Empezó pésima. Por conveniencia y poca convicción. Por interés y poco afecto. Inició con broncas, despedidas y reconciliaciones calculadas.

En verano anunciaron su incorporación. Golpe al mercado peruano. Firmó contrato. Luego, Paolo anunció que no llegaría a Vallejo, porque temía por su seguridad y la de su familia, debido a que había “recibido amenaza” de extorsionadores.

Guerrero conversa con el técnico Salas en el Mansiche.

Después, lo convencieron o conminaron para cumplir con el acuerdo, y fue presentado en la Universidad César Vallejo. Allí reconoció que hubo trabas para que se vista de poeta y pidió disculpas a Trujillo.  

Todo buen vínculo se fundamenta en la libertad, y Paolo no es libre en la ciudad, a la que de chico llegaba para jugar fútbol y visitar a sus padrinos. Por eso se le nota a leguas que quiere irse.

Una pastilla de muestra: siendo jugador de Vallejo declara, entre risas, a los periodistas que le pidió al técnico de la selección peruana, Jorge Fosatti, que dirija a Alianza Lima.

El sentido de pertenencia y respeto tienen fondo y forma. Guerrero no las estaba guardando.

Guerrero: el factor Alianza

“Años de amor se han olvidado, en el odio de un minuto”, escribió Edgar Allan Poe. Parafraseando al gran escritor de terror, Paolo arruinó, en un minuto, los meses de moderación que soportó vestido de poeta.

¿Por qué no jugó? ¿Su simpatía hacia Alianza Lima lo impide enfrentarlo? Pamplinas. La razón es otra.

Una pastilla de muestra: siendo jugador de Vallejo declara, entre risas, a los periodistas que le pidió al técnico de la selección peruana, Jorge Fosatti, que dirija a Alianza Lima.

Según Radio Programas del Perú, el jueves 11 de julio, el delantero presentó una solicitud para desvincularse del club, la cual se discutiría en una reunión con el presidente Richard Acuña.

También, pidió no jugar hasta que se celebre esa cita. Sin embargo, lo incluyeron en la lista para el partido de hoy, sábado 13 de julio, contra los victorianos.

“Después de esto no es negociable ninguna liberación de Paolo Guerrero (..) Si no quiere seguir aquí, lo que se viene es su retiro”, reaccionó Richard Acuña.

Y Chicho Salas: “Sus explicaciones prefiero mantenerlas en reserva y tocarlas con él. Lo que yo quiero es estar con los jugadores que están 100 % comprometidos con la institución”.

Y Guerrero, por el momento, en silencio. Aunque sus imágenes ya hablaron.

César Clavijo Arraiza
César Clavijo Arraiza
Nació en un desierto frente al mar, donde solo crecen árboles de algarrobos. Dice que le gustan todas las frutas, pero en los últimos meses se ha decantado por el pepino, de origen andino; pero con una mala fama: se cree que si se consume después de beber licor puede causar la muerte. Periodista, escritor, docente, padre y esposo. Es torpe con la pelota, pero ama jugar fútbol. En el 2018 publicó "Tercera persona" y ahora está a punto de terminar un doctorado en comunicaciones.