Hace un par de días escribí un artículo sobre el caso de Paolo Guerrero y su negativa para venir y jugar en Trujillo, sin embargo lo pensé detenidamente, decidí analizar su contenido y opté por no publicarlo. Este artículo lo había escrito desde la perspectiva de una trujillana fanática del fútbol que ha buscado insistentemente trabajar en un club formal como la UCV, y a quien no se le ha brindado la oportunidad que si se le ha ofrecido a Guerrero. Sin embargo, me puse a reflexionar específicamente sobre los motivos por los cuales Paolo no desea venir a Trujillo, así que busque informarme bien sobre todo el caso y así brindarles un artículo en el que prime la empatía, respeto, veracidad y transparencia.
El tema de las extorsiones hacia su familia son algo totalmente serio, porque hay amenazas contra la vida e integridad de su familia, por supuesto este tipo de episodio le genera preocupación y temor por revivir un suceso pasado que vivió su familia con la pérdida de su sobrino a manos de la delincuencia.
En lo referente a querer retirarse del fútbol, considero que puede estar tomando una decisión muy apresurada, debido que es una situación que si tiene solución, pero se necesita colaboración de parte de él y encontrar un acuerdo para ambas partes. Así mismo, el hecho de responsabilizar a los dirigentes de la UCV que lo contrató con un sueldo muy atractivo es probablemente una respuesta impulsiva debido a la frustración de no poder rescindir su contrato rápidamente antes del 26 de febrero, lo cual es motivo de especulaciones que pueden confundir a más de uno, sin embargo soy una fiel creyente de que la verdad siempre sale a la luz. Pero si hay algo que no debemos pasar por alto es el cumplimiento del derecho laboral en el fútbol, por lo que es indispensable que la negociación sea llevada con respeto y comunicación asertiva.
Dentro del análisis desde el punto de vista psicológico de esta situación es necesario entender que la psicología juega un papel crucial en el deporte, tanto a nivel individual y colectivo, por lo que esta situación en la que Paolo Guerrero ha expresado su negativa de seguir contratado por el club UCV por la razones expuestas líneas arriba también tienen repercusiones psicológicas en el equipo.
A continuación analizamos cuales son estas repercusiones psicológicas:
Impacto a nivel del plantel del UCV:
La decisión de Paolo Guerrero de no jugar en Trujillo puede llegar a generar tensiones y desconcierto en el seno del equipo UCV, dado que el fútbol es un deporte altamente dependiente de la cohesión y la armonía en el grupo. La incertidumbre de si Guerrero llegará o no a formar parte del UCV afecta la moral y la confianza de los compañeros de equipo, puesto que ellos experimentan desorientación frente a la incertidumbre de la alineación y estrategia previamente planificada por el entrenador.
Algunos jugadores pueden pensar que en el caso que se de la incorporación de Paolo Guerrero en los próximos encuentros suscitaría una adaptación en la estrategia y el cambio de posición de algunos jugadores, es decir un ajuste estratégico que puede generar incomodidad y descontento en algunos miembros del equipo. Por ende, es fundamental que el cuerpo técnico mantenga la comunicación y la gestión emocional, a fin de mitigar posibles conflictos que afecten la cohesión del equipo.
Impacto a nivel institucional del UCV
La decisión asumida por Paolo Guerrero genera una repercusión negativa en el aspecto de la imagen institucional y la situación financiera del club. La llegada del delantero a Trujillo, ponía sobre la mesa la posibilidad de nuevos contratos publicitarios, marcas auspiciadoras, pero que podría verse frustrado en el caso no se cumpla lo pautado en el contrato. Por ende, el club UCV tiene la difícil tarea de lidiar con las repercusiones financieras y la necesidad de seguir manteniendo un ambiente positivo en el equipo.
En momentos como estos la gestión de crisis es un componente para el club, y se reflejará en la forma como los líderes de la institución logren abordar la situación con transparencia y anteponiendo una solución que llegue a ser favorable para ambas partes. Sin duda alguna, la estabilidad del equipo puede llegar a verse afectada de forma inconsciente por la presión externa y la incertidumbre, por lo que es fundamental el apoyo emocional, la comunicación y la cohesión para minimizar el impacto psicológico en los jugadores.
En conclusión, el caso de Paolo Guerrero va más allá de una mera situación contractual; tiene implicaciones profundas en el ámbito psicológico del equipo UCV. La estabilidad emocional, la cohesión grupal y la gestión adecuada de la crisis se vuelven imperativas para superar este desafío. El fútbol, como en la vida, refleja la importancia de la psicología en el rendimiento y el bienestar de los deportistas y sus entornos en situaciones adversas.
Alejandra Mendoza Carranza
(Psicóloga con orientación deportiva