La Oficina de Naciones Unidas para los Derechos Humanos confirmó la muerte de 2.072 civiles en la guerra en Ucrania, de los que 169 eran niños.
Las víctimas civiles que han resultado heridas son 2.818, de acuerdo con los datos que el organismo de la ONU ha podido corroborar.
La gran mayoría fueron alcanzadas por armamento explosivo, lanzado a través de disparos de misiles o en bombardeos.
Entre los heridos, más de 270 son menores, según Naciones Unidas, que está haciendo un recuento propio de las víctimas civiles de la guerra lanzada por Rusia el pasado 24 de febrero, aunque reconoce que sus datos están muy por debajo de la realidad.
Ello debido a que la información desde localidades donde se han registrado hostilidades suele llegar con retraso y varios informes están pendientes de ser verificados.
Sigue la ofensiva
En tanto, Rusia lanzó este martes una nueva ofensiva en las regiones prorrusas de Donetsk y Lugansk para controlarlas completamente o, en palabras de su ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov, conseguir su “liberación”.
Se trata de la siguiente fase de la campaña militar que empezó el pasado 24 de febrero con la invasión rusa de territorio ucraniano, dijo Lavrov en una entrevista con la cadena de televisión India Today, difundida por su departamento.
“Ahora será un momento importante en esta operación especial”, añadió Lavrov, el primer alto cargo de Rusia que confirma públicamente que la gran batalla de Rusia por el Donbás ha comenzado.
Horas antes, la noche pasada, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, había informado a su país de que Rusia había empezado “la gran batalla por el Donbás”, en alusión a la esperada gran ofensiva del ejército ruso para controlar todo el este del país.
“Podemos confirmar que las tropas rusas han comenzado esa batalla”, aseguró Zelenski, en un mensaje difundido por vídeo, difundido por el canal informativo Ukrinform, para añadir a continuación que los soldados ucranianos “batallarán” y que “no cederán” nada del territorio del país.
Rusia dio otro ultimátum a las fuerzas ucranianas que aún resisten en la asediada ciudad de Mariúpol, especialmente en la acería de Azovstal, para que depongan hasta el mediodía de este martes las armas a cambio de salvar así su vida.
“Teniendo en cuenta la situación catastrófica que se ha desarrollado en la planta metalúrgica de Azovstal, además de guiarse por principios puramente humanos, las Fuerzas Armadas rusas ofrecen una vez más a los militantes de batallones nacionalistas y mercenarios extranjeros detener las hostilidades y deponer las armas a partir de las 12:00 (09.00 GMT)”, señaló el Ministerio de Defensa.
Huyen de la guerra
Unos seis millones de ucranianos, tanto dentro de Ucrania como los refugiados en los países vecinos, necesitan ahora y en el corto plazo ayuda en alimentos y en dinero en efectivo, señaló la ONU.
La asistencia en alimentos se está acelerando en localidades como Bucha, Irpin, Hostomel y Borodianka, liberadas en distintos momentos del asedio de las tropas rusas y donde la destrucción de la infraestructura ha sido generalizada.
Por vídeoconferencia desde Leópolis, el coordinador de emergencia del Programa Mundial de Alimentos (PMA), Jakob Kern, dijo que este organismo ha movilizado 60.000 toneladas de comida para la crisis de Ucrania, que permitirán alimentar a dos millones de personas por cerca de dos meses.