El título del presente artículo merece una doble respuesta: desde un ámbito teórico y, otra, desde la práctica o el día a día de nuestro quehacer político. Desde una perspectiva objetiva y sin apasionamientos, exclusivamente teórica, la posibilidad de gobernar con el Congreso, o cogobernar si se quiere precisar, no sólo es constitucional, adecuado; sino, necesario.
¿Cogobierno con el Congreso?
Es en el Congreso de la República donde se interrelacionan las diversas tiendas e ideologías políticas, si estás aún existen, y los diversas necesidades de cada una de las regiones de nuestro país, teniendo como principal respaldo el voto popular de quienes son parlamentarios; por lo tanto, la necesidad de mantener estrechas coordinaciones entre el Poder Ejecutivo y el Legislativo es necesario para la gobernabilidad de un país y saludable para el sistema democrático que nos fundamenta.
Si existe una tendencia constitucional de izquierda a promover el gobierno con los jueces o, gobernar con los jueces, por qué razón no podría ser aceptado gobernar con el Congreso de la República que ostenta la categoría de poder popular.
Ahora, desde la práctica, lamentablemente la gran mayoría de nuestros representantes no están a la altura de las circunstancias y sólo trabajan a raíz de sus intereses o cálculos políticos y; por supuesto, lo que más rentable les resulte; además, de una enorme ignorancia sobre la cosa pública.
Entonces, el problema no es el sistema en sí, sino, quienes dirigen y ejecutan el mismo, y esa es nuestra enorme responsabilidad frente a la historia, saber elegir.
Escribe:
Carlos Talledo Manrique
Abogado Constitucionalista
