El caos que ha desatado la decisión del gobierno de Pedro Castillo, quien ordenó la inmovilidad hoy, 5 de abril, en Lima y Callao, ha recibido un halo de sensatez, el cual mitiga la crisis que se desencadenó en los pasajeros de las aerolíneas que operan en el país.
Con el anuncio del mandatario, el cual lo ofreció minutos antes de la medianoche, se especulaba que los servicios de conexiones aéreas quedaban suspendidos; sin embargo comunicados Aeropuertos del Perú (AdP), que administra el terminal de Trujillo, y de la aerolínea Latam Airlines, confirman que los vuelos desde Lima hacia las ciudades del interiores del país y de estas a la capital del país no se han suspendido.
“Todos nuestros aeropuertos –ubicados en las ciudades de Cajamarca, Chachapoyas, Chiclayo, Huaraz, Pisco, Piura, Pucallpa, Talara, Tarapoto, Tumbes, Trujillo e Iquitos– se mantienen operando con normalidad. No obstante, recomendamos a los pasajeros que tengan vuelos programados, comunicarse con sus aerolíneas para confirmarlos”, señaló la concesionaria AdP.
Por su parte, Latam aseguró que sus operaciones aeronáuticas continúan con total normalidad hoy desde las dos de la mañana hasta las 11.59 de la noche, jornada decretada por el Ejecutivo como estado de emergencia y con la prohibición expresa de que los ciudadanos no deberán movilizarse.
De esta manera, si usted está en Trujillo o en cualquier ciudad del país y tiene boleto comprado para hoy o buscará uno para viajar a Lima podrá hacerlo sin ningún inconveniente. Así mismo, los pasajeros que estén en la capital con la necesidad de volar a la capital de La Libertad podrán hacerlo.
Así mismo, los pasajeros que estén en la capital con la necesidad de volar a la capital de La Libertad podrán hacerlo.
“Recomendamos a nuestros pasajeros llevar consigo sus respectivos documentos de identidad, boarding pass o reservas de viaje, mismos que podrán ser utilizados como salvoconductos ante las autoridades respectivas”, sugirió la aerolínea.
Debido a las protestas por el alza de combustibles y a las especulaciones de que los actos de violencia (saqueos, incendios y asaltos) aumentarían en Lima y Callao, la administración de Castillo adoptó una decisión sin precedentes en el país, la misma que está recibiendo severas críticas de distintos sectores de la sociedad.