InicioFruta frescaActualidadEl mundo necesita soñadores: cuando la calle es una inmensa habitación

El mundo necesita soñadores: cuando la calle es una inmensa habitación

La calle es uno de los escenarios donde se transcribe gran parte de la vida individual y colectiva de una ciudad. En la calle se vive, se goza, se baila, se odia, se ama, se sufre, se trabaja y, también, se duerme. Sí, se duerme y se sueña. La escritora Anaís Nin dijo que los sueños son necesarios para la vida, y la diplomática Eleanor Roosevelt visionó que el futuro pertenece a quienes creen en la belleza de los sueños. “Sueño mi pintura y pinto mi sueño”, coloreó Vincent van Gogh, el artista que se cortó la oreja de puro rencor. Por su parte, el filósofo Henry David, más sereno, apunto que los sueños son las piedras angulares de nuestro carácter.

El sueño, ¿qué es el sueño? Podría decirse que es una parte integral de la vida, una necesidad biológica que nos permite recuperar fuerzas, reponer las funciones físicas y hasta sicológicas para un buen rendimiento. El cuerpo en su faena diaria se desgasta, pierde energías y, por ende, debe descansar, reponerse.

Y para dormir, cuando el sueño ataca no hay cuerpo ni piel que lo resista. Es, quizás, por ello que cuando recorremos las calles de las ciudades podemos ver a personas que duermen a pierna suelta sobre el gramado de un parque, en plazuelas, cajeros, etc. Ahí descansan posiblemente después de un duro trabajo o una trasnochada.

Pero esta actitud de dormir en la intemperie puede significar, también, parte de la idiosincrasia peruana. Así somos los peruanos. Se podría decir inclusive que es un comportamiento colectivo. Basta con ir a un parque, a una plazuela o a un mercado y no faltará alguien que esté, placenteramente, en los brazos de Morfeo.

Por eso cuando esté en la calle y alguien duerma, recuerde no hacer bulla, porque podrían despertarlo. Dejarlos dormir, descansar, soñar.

Los especialistas aseguran que una siesta de 20 a 30 minutos tiene múltiples beneficios para la salud.(Foto: Ivan Orbegoso)
Según aseguran expertos el sueño reduce la tensión arterial, aumenta la concentración, facilita el aprendizaje,estimulalacreatividad, mejora el estado de ánimo, entre otras maravillas.(Foto: Ivan Orbegoso)
Dormir le da al cuerpo y al cerebro tiempo para recuperarse del estrés del día. Después de una buena noche de sueño, usted se desempeña mejor y es mejor para tomar decisiones. Dormir lo ayuda a sentirse más alerta, optimista y a tener una mejor relación con las personas. Dormir también ayuda al cuerpo a combatir enfermedades. (Foto: Ivan Orbegoso)
La falta de sueño no solo afecta a la persona con problemas para dormir. La fatiga ha sido vinculada con accidentes tanto leves como graves. El exceso de cansancio lleva a los errores humanos detrás de varias grandes catástrofes incluso el derrame petrolero de Exxon-Valdez y el accidente nuclear de Chernóbil. La falta de horas de sueño ha contribuido a numerosos accidentes aéreos. (Foto: Ivan Orbegoso)
Todo ser vivo necesita dormir para sobrevivir. Hasta un perro o un gato se acurrucan para hacer la siesta. Los animales duermen por el mismo motivo que los seres humanos: duermen para recuperar energías. (Foto: Ivan Orbegoso)
La mayoría de los niños no duermen lo suficiente. Los niños de 5 a 12 años necesitan dormir de 9 a 12 horas cada noche. No todos los niños son iguales y hay algunos que necesitan dormir más que otros. (Foto: Ivan Orbegoso)
La cantidad de sueño que necesitas depende de varios factores, incluyendo edad, estilo de vida, estado de salud y si has dormido lo suficiente. Las recomendaciones generales para dormir son:
Recién nacidos: 16-18 horas al día
Niños en edad preescolar: 11-12 horas al día
Niños en edad escolar: por lo menos 10 horas al día
Adolescentes: 9-10 horas al día
Adultos (incluyendo adultos mayores): 7-8 horas al día.
(Foto: Ivan Orbegoso)

Los doctores Jorge Rey de Castro, Edmundo Rosales, y Martha Egoavil, en su trabajo “Somnolencia y cansancio durante la conducción: accidentes de tránsito en las carreteras del Perú” en el cual analizan dos importantes factores en la etiopatogenia de la accidentalidad. Reportan que hasta 82% de los conductores encuestados opinaron que el cansancio era la causa principal de los accidentes. (Foto: Ivan Orbegoso)
La mayoría de los adultos necesitan entre 7 y 9 horas de sueño para sentirse descansados; sin embargo, las mujeres embarazadas pueden necesitar más y los adultos mayores pueden necesitar menos. (Foto: Ivan Orbegoso)
Desde principios del siglo XX algunos investigadores ya habían demostrado que la retención de la memoria era mucho mejor después de una noche de sueño que después de un intervalo de descanso similar manteniéndose alerta.En la actualidad diversos estudios tanto experimentales como clínicos han demostrado que el sueño tiene efectos positivos sobre distintos tipos de memoria. (Foto: Ivan Orbegoso)
Según diversos estudios revelan que la falta de sueño reduce la eficacia de las vacunas.( Foto: Ivan Orbegoso)
Al dormirse, las personas pasan por distintos ciclos de sueño. Cada uno de estos dura entre 60 y 100 minutos y juega un papel distinto en muchos de los procesos que ocurren en el cuerpo durante el sueño. (Foto: Ivan Orbegoso)
Los expertos señalan que los adolescentes requieren de hasta 10 horas de sueño cada noche, pero casi la mitad de ellos no lo consiguen debido a que están conectados a las redes sociales. (Fotos: Ivan Orbegoso)
75% de los adultos estudiados duermen menos que las 7 horas recomendadas por la Academia Americana de Medicina del Sueño. (Foto: Ivan Orbegoso)
El “reloj interno” en el cerebro controla cuándo una persona se duerme y se despierta todos los días. Si se lesiona, el cerebro tal vez no pueda decirle al cuerpo que se duerma o se despierte. En nuestro cuerpo hay químicos que nos ayudan a dormir. Una lesión puede cambiar la manera en que estos químicos afectan el cuerpo. (Foto: Ivan Orbegoso)
Un reciente estudio publicado en el European Heart Journal afirma que los insomnes tienen tres veces más posibilidades de sufrir una insuficiencia cardíaca que los que duermen a pierna suelta. El insomnio aumenta los niveles en sangre de las hormonas del estrés, lo que aumenta la tensión arterial y la frecuencia cardíaca. Otros estudios también ligan el insomnio a tener el colesterol más alto. (Foto: Ivan Orbegoso)
Iván Orbegoso
Iván Orbegoso
Nació en un lugar donde no se cultivan manzanas, pero si las ganas de superarse. Emigró a la ciudad donde habían otras frutas, pero no eran gratis. Así que tuvo que trabajar y estudiar mucho. Ingresó a la Universidad Nacional de Trujillo donde su refrigerio era jugo de naranja. Allí se enamoró de la fotografía cuando disparó a un canasto lleno de frutas frescas. Llegó a trabajar en el Diario La Industria de Trujillo donde le sacó el jugo a todas las comisiones. El 2020, la mejor pepa le llegó con el Gran Premio Nacional de Periodismo por una pepaza fotográfica sobre las protestas agrarias en Virú, La Libertad.