El pleno de la Junta Nacional de Justicia (JNJ) ha rechazado ratificar a Piero Corvetto como jefe de la Oficina Nacional de Proceso Electoral (ONPE) por un periodo adicional.
A pesar de que se alcanzaron cuatro de los cinco votos necesarios, Corvetto no obtuvo el respaldo suficiente para extender su mandato por cuatro años más.
La JNJ hizo pública la votación y los resultados a través de un video difundido en las redes sociales.
Los consejeros Humberto de la Haza, Guillermo Thornberry, María Zavala e Imelda Tumialán emitieron sus votos a favor de la ratificación de Corvetto, reconociendo su labor al frente de la ONPE.
Sin embargo, el consejero Marco Falconí emitió el único voto en contra, lo que resultó determinante para que Corvetto no obtuviera el respaldo necesario.
Es importante subrayar que se requerían cinco votos para la ratificación, por lo que la ausencia de un quinto voto favorable ha llevado a la no ratificación de Corvetto.
Marco Falconí, quien fue incorporado al organismo constitucionalmente autónomo por una sentencia del Tribunal Constitucional, ha generado interrogantes sobre las razones detrás de su decisión de votar en contra.
ONPE busca nueva cabeza
El mandato de Piero Corvetto, quien organizó los comicios que llevaron a Pedro Castillo al poder, llegará oficialmente a su fin el 31 de agosto de este año.
Aunque el proceso electoral fue objeto de fuertes críticas, no se ha probado oficialmente la existencia de irregularidades en el mismo.
Ante esta situación, la JNJ se enfrenta al desafío de iniciar un concurso público para seleccionar a un nuevo jefe de la ONPE, quien será responsable de liderar y supervisar el próximo proceso electoral en el país.
La convocatoria y elección del nuevo titular de la ONPE adquieren una importancia crucial para garantizar la transparencia y la confianza en el sistema electoral peruano.
La no ratificación de Piero Corvetto y la necesidad de encontrar un reemplazo adecuado para liderar la ONPE plantean nuevos retos en un contexto político y social delicado.
La salida de Corvetto del organismo de procesos electoral era uno de los objetivos del actual Congreso de la República.