Fueron sorprendidos con las manos en la masa. La Policía Nacional intervino a ocho postulantes, entre ellos cinco menores de edad, por intentar plagiar en el examen ordinario de admisión a la Universidad Nacional de Trujillo (UNT), el último viernes 21.
Según informó la Policía, los intervenidos camuflaron microauriculares y otros dispositivos electrónicos con la finalidad de hacer trampa durante el desarrollo de la prueba de ingreso al área A, correspondiente a las carreras de Ciencias de la vida y la salud.
Las autoridades académicas indicaron que los jóvenes fueron captados por mafias ajenas a la universidad para intentar burlar los controles de seguridad que implementa la casa de estudios y la PNP.
Los detenidos fueron identificados como Marycielo de los Ángeles Llenque (18), Wagner Díaz Rimarachin (18) y Yoner García Alvarado (20). Además, estuvieron retenidos cinco menores de iniciales M.A.R.I; E.R.D.H.; J.A.L.G y J.N.C.R.
Tras conocerse este hecho, el vicerrector Juan Amaro Villacorta Vásquez solicitó a las autoridades que sancione con todo el peso de la ley a los infractores, quienes no podrán postular a ninguna universidad pública. Exigió celeridad en las investigaciones para identificar a los miembros de las mafias que están detrás de los ingresos irregulares en los exámenes de admisión.
La alta dirección de la UNT anunció que los infractores serán procesados penalmente. Además quedarán inhabilitados para postular a cualquier universidad del país. Los intervenidos proceden de Chugur, Bambamarca y Chota (Cajamarca), así como de Chiclayo y Amazonas.
¿Qué les espera a los jóvenes?
Fuentes consultadas por Buenapepa indicaron que es la segunda vez que jóvenes de Cajamarca, principalmente de Chota, son sorprendidos intentando plagiar a través de esta modalidad.
Las autoridades académicas sospechan que los delincuentes captan a los jóvenes en las zonas donde viven, les prometen el ingreso fácil a la UNT y les cobran elevadas sumas de dinero. Este medio pudo recoger las declaraciones que una de las menores intervenidas les dio a la Policía y a las autoridades académicas. Según contó, le cobraron 7 mil soles por el ingreso a la carrera de Farmacia. Trascendió que por el ingreso a la carrera de Medicina, una de las más demandadas, estas mafias cobran hasta 15 mil soles.
Los delincuentes les entregan a los postulantes un aparato llamado pinganillo, que es un miniaudífono espía. Consta de un auricular y un receptor que se coloca en el pecho. Los aparatos los ocultan en las partes íntimas para burlar la inspección. Tras instalarse en las aulas, los jóvenes piden permiso para el baño; luego retornan con el audífono puesto en la oreja y el dispositivo debajo de su vestimenta.
El dictado de las respuestas es vía llamada —de receptación automática— con el postulante. Para contestar un “sí” durante el examen, los jóvenes interesados deben toser levemente. Caso contrario, si es “no”, solo deberá mantenerse en silencio.
Esta modalidad también se detectó en casas de estudios como la Universidad Nacional e Ingeniería (UNI), Universidad Nacional Agraria La Molina (Unalm), Universidad Nacional de San Agustín (UNSA), entre otras.
El rector Carlos Alberto Vásquez Boyer señaló que continuarán redoblando el sistema de seguridad para evitar estos actos fraudulentos en los procesos de admisión.
**Autores de la nota: Ricardo Urquiaga y Vivian Fernández.