Escribe Nátaly Guillermo Matta
Gonzalo, un joven universitario en quinto ciclo de Derecho, escucha su clase. El profesor deja como actividad escribir los puntos más importantes de la sesión. El joven de 20 años, sin apenas dudarlo, saca su celular y abre la aplicación ChatGPT y le pide las características más relevantes del tema de su clase.
Gonzalo, como cientos de universitarios de Trujillo, ha empezado a utilizar esta inteligencia artificial como apoyo al realizar sus tareas. Sin embargo, ¿cómo afectará el uso de ChatGPT en el entorno universitario?
Desde diciembre de 2022 empezó el auge del chatbot conocido como ChatGPT (Chat Generativo Preentrenado Transformador). Esta aplicación inteligente demostró que podía escribir artículos y textos bien elaborados, coherentes y mayormente sin faltas ortográficas. Rápidamente el alumnado se dio cuenta que podría utilizar esto para su beneficio, así que los docentes y organizaciones educativas empezaron a cuestionarse los riesgos y soluciones para la llegada de una inteligencia artificial que parece que no se irá.
¿Qué riesgos tiene el uso de ChatGPT?
Autoridades educativas, tanto en el Perú como en otros países, coinciden en que el hecho de que una inteligencia artificial sea riesgosa o no dependerá del uso que le den las personas.
Según Vladimir Urquizo Gómez, Jefe de la Escuela de Ingeniería de Sistemas de la Universidad César Vallejo, el uso de ChatGPT podría tener efectos negativos para el aprendizaje de los estudiantes de no ser utilizados correctamente.
“Algunos estudiantes pueden depender demasiado de los chatbots y no desarrollar las habilidades críticas necesarias para buscar respuestas y soluciones por sí mismos”, afirma el magistrado en su artículo de opinión “ChatGPT en la educación universitaria: ¿un aliado o una distracción?”.
Asimismo, María del Mar Sánchez Vera, profesora miembro del grupo de investigación de Tecnología Educativa en España, puso un claro ejemplo de cómo los estudiantes podrían empezar a utilizar esta inteligencia artificial para un falso propio beneficio.
“Si antes nos pedían hacer un trabajo sobre la casa de Bernarda Alba bajo la perspectiva del feminismo podíamos usar la red para buscar información sobre el libro y luego tratar de darle el enfoque que nos pedían. Pero estos chats de IA son generativos, lo que implica que te ofrece directamente el resumen del libro con la perspectiva que le has pedido”, explicó en una entrevista para el portal La Vanguardia.
Gonzalo, como cientos de universitarios de Trujillo, ha empezado a utilizar esta inteligencia artificial como apoyo al realizar sus tareas. Sin embargo, ¿cómo afectará el uso de ChatGPT en el entorno universitario?
Ante esta situación, Jorge Bossio, director de Aprendizaje Digital y Online de la Universidad de Ciencias Aplicadas, realizó una ‘entrevista’ a ChatGPT, relacionada a la educación y su impacto en ella. En cierto momento se le preguntó al chatbot qué opinaba acerca de que los estudiantes pudieran utilizar esta inteligencia artificial para hacer trampa en los exámenes o plagiar ensayos, a lo que este respondió: “Esto es un problema que se presenta con cualquier herramienta o tecnología que se utilice en la educación. La responsabilidad de garantizar que los estudiantes se mantengan éticamente y no utilicen el chatbot GPT de manera indebida recae en los profesores y en la administración escolar”.
Lo cierto es que esta respuesta es una mezcla de artículos y textos escritos por personas de carne y hueso, pero que una inteligencia artificial pueda opinar sobre sí misma y su impacto es un poco curioso.
Entonces, ¿ChatGPT tiene algo de bueno?
Luis Eduardo García López, director de la Facultad de Comunicaciones de la Universidad Privada del Norte, indicó que ChatGPT podría ser una herramienta potenciadora de las habilidades de los estudiantes, además de agilizar algunas actividades. “No hay que temer a la tecnología”, menciona.
Las opiniones de los universitarios se han visto divididas frente a esta situación, hay quienes piensan que ChatGPT será una herramienta de ayuda para casos concretos, mas no para plagiar tareas. Mientras que otros sostienen que las personas no son de fiar y que tarde o temprano terminarán utilizando esta inteligencia artificial de una manera inadecuada.
Sebastian Núñez, estudiante de psicología, indica que se corre mucho riesgo sino se ponen límites desde ahora. “En vez de usarlo como una herramienta más de estudio lo usarán como una trampa en los trabajos, peor aun cuando la virtualidad sigue presente en la mayoría de las universidades”, señala.
Sin duda alguna esta inteligencia artificial forzará a las universidades a modificar sus métodos de evaluación y replantear los tipos de trabajos que dejan. Está en cada uno emplear de manera correcta estas nuevas tecnologías, pues nuestras mentes no deben ser dejadas de lado.
