La provincia paiteña vuelve a recibir a miles de fieles devotos y a decenas de comerciantes que convergen para participar de la gran fiesta religiosa de la Virgen de Las Mercedes que, dos años atrás fue suspendida por la pandemia de la covid-19. Hoy, nuevamente se escucha a la gente cantar y a las panderetas sonar.
Desde las primeras horas, una larga fila de peregrinos busca tocar al menos su anda, ya que la imagen se ubica a tres metros de altura, motivo por el cual sólo puede ser venerada a lo lejos. La vestimenta siempre es del mismo color, pero todos los años, durante su festividad, se engalana con un atuendo nuevo que es donado por sus seguidores. Para el cambio de vestuario solo participan mujeres. Mientras los hombres esperan ser llamados para subir la imagen en el anda, donde realizará su recorrido procesional.
El capataz de la segunda cuadrilla de la Hermandad de la Virgen de Las Mercedes, Francisco Albán Calle, contó a RPP Noticias que, durante los días centrales de la festividad, que inician el 24 de septiembre y culminan el 27 del mismo mes, todos los accesorios que luce la santa de Paita son de oro: la corona, los hilos de su vestido, el bastón de mando, entre otras alhajas.
Su historia es su esencia
¿Cómo llegó la virgen hasta la ciudad portuaria y por qué se hizo tan conocida? Todo inició en 1532, cuando la imagen de María de Las Mercedes, llamada así en ese entonces, fue traída por los religiosos de la Orden de La Merced al puerto de Paita.
Algunos relatos, que trascienden en el tiempo, revelan que el destino de la imagen era Piura, pero por razones desconocidas, se quedó en la ciudad de pescadores.
Décadas después, los piratas que arribaron al puerto peruano intentaron en dos ocasiones destruir a la virgen, sin éxito. El primer intento se remonta a 1587, cuando el corsario Cavendish arremetió contra Paita y le prendió fuego. Las llamas consumieron todo lo que encontraban en su camino, excepto la escultura de la Virgen de Las Mercedes, que fue rescatada por uno de los devotos que entró al templo en medio de las llamas.
Siglos después, se perpetró el segundo y último intento hasta la fecha. Un 24 de septiembre como hoy, pero de 1741; el pirata inglés George Anson, saqueó las riquezas del puerto y, de paso, se llevó a la imagen mariana como trofeo de guerra. Al tratar de huir, fue sorprendido por una fuerte marea. En un ataque de ira por no poder fugar, decapitó la escultura y la arrojó al mar. Esta sería la razón por la cual la imagen que, luego, fue encontrada varada por pescadores y devuelta a su santuario, presenta un corte en la garganta.
Desde aquel suceso se acrecentó el fervor hacia la imagen, la cual, actualmente, lleva 490 años en tierras paiteñas, donde es venerada por sus fieles, quienes llegan de distintas partes del Perú e, incluso, del extranjero.
La Virgen de Las Mercedes ha recibido diversas denominaciones, entre ellas, Patrona de las Armas del Perú, Patrona de los Desprotegidos y los Reclusos. En 1985 fue llamada Estrella de la Fe y de la Evangelización por San Juan Pablo II, en su visita al territorio peruano. También fue designada por las autoridades de la Ciudad del Pescador como Alcaldesa Perpetua de Paita.
Los paiteños Kevin Aguilar y Maricell Chunga presentaron, en el 2015, Entre la Fe y la Tradición, un estudio sobre diversos aspectos de la festividad de la Virgen de las Mercedes, a la que consideran como patrimonio inmaterial por su alto valor histórico. “Las celebraciones actuales son el producto de la evolución de la festividad en sí que ha traído turismo y comercio”, destacaron en su investigación.
Feriado y canción
La Mechita se ha convertido en uno de los símbolos más significativos para el norte peruano. Tanto así que, en 1965, durante el gobierno de Fernando Belaúnde Terry, por medio de la Ley 15618 se decretó el Día de la Virgen de las Mercedes (24 de septiembre) como feriado no laborable para la región Piura.
Allá por los años 70, el percusionista y compositor cartageno, Enrique ‘Kike’ Bonfante, le entregó a Julio Estrada conocido como ‘Fruko’, una oración titulada Patrona de los reclusos, con el fin de convertirla canción.
En la oración se leía: “Virgen de las Mercedes, patrona de los reclusos, dame si puedes, la libertad y recursos, para salir de esta celda donde me encuentro tan amargado, pagando una larga pena, la máxima del juzgado. De rodillas te prometo que al vicio no vuelvo más, yo seré honrado y honesto, me voy a regenerar”.
Al visualizar el contenido de la oración, el maestro Julio Estrada no dudó en grabar la canción que fue a su vez, fue interpretada por Álvaro José Arroyo González, mejor conocido como Joe Arroyo, quien la entonó junto a la orquesta colombiana salsera The Latin Brothers.
La canción Patrona de los reclusos traspasó las fronteras. Las emisoras de radio la repetían constantemente, y a pesar de su conmovedor mensaje, era una de las canciones más bailadas en las discotecas.
No solo en Paita se conmemora a la Virgen de Las Mercedes, en otros lugares del Perú y en otros países de América también lo hacen. La devoción es tan grande que, inclusive, en las cárceles se encuentran pequeñas capillas y altares coloridos que están dedicados a ella. Por ello, la fiesta religiosa tampoco pasa por desapercibido para las prisiones.
Este contenido fue elaborado por nuestra colaboradora Sandy Valeria Crespo Carrasco.