El alcalde de Trujillo, Mario Reyna Rodríguez, se pronunció tras el reciente atentado contra el local del Ministerio Público ocurrido en la madrugada del lunes 20 de enero. A través de un comunicado oficial, condenó el ataque y exigió al Congreso y al Gobierno de la presidenta Dina Boluarte acciones contundentes para enfrentar la creciente ola de violencia que sacude la región.
Mario Reyna sobre atentado en Trujillo: «Esto debe considerarse terrorismo»
Reyna instó a que este tipo de hechos sean tipificados como actos de terrorismo, subrayando la gravedad de la situación y el impacto en la seguridad ciudadana. «El país no puede tolerar más ataques como este. Es necesario que las autoridades respondan con medidas inmediatas y ejemplares”, enfatizó el burgomaestre.

En su rol como presidente del Comité Provincial de Seguridad Ciudadana (Coprosec), Reyna planteó medidas concretas para contrarrestar la delincuencia:
Reubicación de cárceles
- Propuso trasladar los penales a zonas remotas y alejadas de los centros urbanos, como áreas altas o selváticas, con el objetivo de evitar que los reclusos sigan coordinando actividades delictivas desde el interior de las prisiones. «Hoy, las cárceles son patios de recreo para los criminales. Esto tiene que acabar”, aseguró.
Toque de queda
- Sugirió implementar un toque de queda desde la 1:00 a.m. en las zonas declaradas en emergencia, como una medida disuasoria para controlar el movimiento de personas durante la madrugada.
Restricción a motos lineales
- Propuso suspender la circulación de dos personas en motocicletas, un medio frecuentemente utilizado por los delincuentes para cometer asaltos y otros delitos.
El alcalde también demandó mayores recursos para las unidades policiales de investigación criminal y el Ministerio Público, destacando la importancia de una pronta identificación y sanción de los responsables de actos violentos.
En su pronunciamiento, Reyna destacó la necesidad de reformar el sistema penitenciario, el cual, según él, no genera el impacto disuasivo necesario entre los delincuentes. «Las cárceles no les meten miedo a nadie. Necesitamos un régimen carcelario que realmente limite sus operaciones», subrayó.
