Este jueves 10 de octubre, al menos ocho personas fueron detenidas en las primeras horas de una paralización nacional del transporte público, convocada por gremios de transportistas que exigen medidas efectivas del Gobierno para combatir la creciente delincuencia y extorsión que afectan su labor.
La paralización ha sido mayoritariamente acatada en Lima, obligando a muchos ciudadanos a recurrir a vehículos particulares y unidades de transporte alternativo para llegar a sus destinos.
Paro de transportistas en Lima: tensión y reclamos
La jornada comenzó con un ambiente de tensión en la capital, donde las calles se llenaron de ciudadanos buscando alternativas de transporte. Los reportes locales indican que las aglomeraciones fueron especialmente notorias en la periferia de la ciudad, donde los manifestantes se encontraron con agentes de la Policía Nacional del Perú (PNP), generándose incidentes menores entre ambos grupos.

El Ministerio del Interior confirmó la detención de cinco manifestantes en el Callao, que se encontraban causando disturbios al intentar dañar buses de transporte público con «aletas de tiburón», un artefacto artesanal diseñado para reventar llantas. Además, tres personas fueron arrestadas en el distrito de Pachacamac por prender llantas en las vías para obstaculizar el tránsito.
El ministro del Interior, Juan José Santiváñez, enfatizó que la PNP está comprometida a mantener el orden y la seguridad de los ciudadanos. Sin embargo, cuestionó la legitimidad de las protestas, afirmando que han perdido su propósito original.

La convocatoria a este paro ha generado confusión en la ciudadanía, evidenciada por las diversas posturas de los líderes transportistas. Estos exigen la derogación de una controversial ley sobre crimen organizado, que consideran un obstáculo en la lucha contra la extorsión, y se oponen a una propuesta gubernamental que califica ciertos delitos, como la extorsión y el sicariato, como «terrorismo urbano».
Este clima de tensión no es nuevo; la ola de violencia ha cobrado la vida de al menos tres personas en incidentes relacionados con la extorsión en las últimas semanas. La situación se agravó el pasado lunes, cuando cuatro personas, incluyendo un conductor, fueron asesinadas en una combi en Callao.

Estado de emergencia en Lima y Callao
En respuesta a las protestas, el Gobierno declaró el estado de emergencia en 13 distritos de Lima y uno en Callao, durante un periodo de 60 días. Esta medida se tomó después de que la primera paralización de transportistas, que logró un amplio respaldo ciudadano, dejó claro el descontento popular ante la creciente inseguridad.
La Defensoría del Pueblo, por su parte, ha defendido el derecho de los ciudadanos a manifestarse pacíficamente. Durante un recorrido por la zona norte de Lima, se reportaron algunos incidentes menores, pero la institución destacó que la situación se mantuvo relativamente pacífica.