Todos conocemos la trascendencia del premio Nobel colombiano Gabriel García Márquez, infinitud de trabajos académicos abordan sus principales escritos como materia prima.
Sin embargo, no muchos abordan los inicios de este escritor, sobre todo en cuentos extraordinarios como La tercera resignación, publicada en 1947 por el periódico El Espectador para luego formar parte de su libro de relatos Ojos de perro azul. En la presente reseña, buscamos reflexionar sobre la conexión entre resignación y muerte en el cuento La tercera resignación.
“Allí tampoco responderían sus miembros”
En el relato, se nos presenta a un niño que murió físicamente pero que de alguna forma todavía seguía vivo, además, este cuento nos narra las dos muertes que soportó hasta que la resignación lo llevó a su fallecimiento final.
Inútilmente tratará de levantarse, de llamar con todas sus fuerzas desfallecidas, de golpear por dentro del ataúd oscuro y estrecho para que supieran que aún vivía, que iban a enterrarlo vivo. Sería inútil; allí tampoco responderían sus miembros al urgente y último llamado de su sistema nervioso (García, 2015, p.19).
En este fragmento se aprecia que el protagonista estaba muerto físicamente. En la parte “Allí tampoco responderían sus miembros” nos permite suponer que su cuerpo ya había fallecido hace algún tiempo. En contraposición a ello, encontramos la oración “de llamar con todas sus fuerzas desfallecidas”, que indicaría que de alguna manera sí estaba vivo.
Gabriel García Márquez y el realismo mágico
Esa magnífica técnica del realismo mágico de Márquez puede sorprender a cualquier lector. Una manera de comprenderlo y trascender la fantasía es explicarlo a través de la enfermedad de la catalepsia. La RAE (versión 23.7 en línea) la define como “Un accidente nervioso repentino, de índole histérica, que ocurre en algunas etapas del sueño. La persona parece que ha fallecido, pero sigue con vida”.
En relación con ello, Márquez nos presenta a una enfermedad grave que podría asociarse con la catalepsia, sin embargo, esta adopta los matices del Realismo mágico:
Era mejor dejarse morir allí: Morirse de muerte, que era su enfermedad. Hacía tiempo que el médico le había dicho a su madre; secamente: Señora, su niño tiene una enfermedad grave: Está muerto (García, 2015, p.11).
El realismo mágico, como recurso literario, permite a Márquez abordar temas complejos de una manera accesible y poética al integrar lo fantástico con lo cotidiano. En este segmento del libro nos narra cómo fue su primera muerte y la frialdad del doctor al dar el diagnóstico a su madre.
También se ve cómo el personaje se sintió afectado cuando escuchó que estaba muerto. Reafirmamos esto en la frase “Era mejor dejarse morir allí” revelando la aceptación del niño sobre su condición, estos son los primeros indicios de resignación que encontramos en el cuento.
La resignación se manifiesta como el fallecimiento del alma que ocurre antes que la física. La verdadera muerte ocurre no cuando el corazón deja de latir, sino cuando se abandona la esperanza y se acepta el destino sin luchar.
Esto se evidencia en la historia cuando el protagonista, aún en su lecho de muerte, reflexiona sobre su existencia y considera su resignación como una forma de muerte anticipada. Como señala Márquez en su autobiografía, “solo se muere realmente cuando ya no se quiere vivir más” (García, 2002, p.89), entendiendo que la pérdida del deseo de vivir es lo que constituye una verdadera muerte.
La resignación se manifiesta como el fallecimiento del alma que ocurre antes que la física. La verdadera muerte ocurre no cuando el corazón deja de latir, sino cuando se abandona la esperanza y se acepta el destino sin luchar.
Antes de llegar al punto de resignación total, el protagonista experimenta una serie momentos desagradables y frívolos que muestran su lucha interna entre la vida y la muerte. Márquez captura esta complicada situación existencial con maestría, diciendo:
Cuando se sienta nadando en su propio sudor, en un agua viscosa, espesa, como estuvo nadando antes de nacer en el útero de su madre. Tal vez entonces esté vivo.
Pero estará ya tan resignado a morir, que acaso muera de resignación (García, 2015, p.20).
La metáfora de nadar en un líquido espeso es una demostración de su lucha por mantenerse aún en la existencia, un recuerdo de su tiempo en el útero materno, donde su vida comenzó.
Finalmente, al reflexionar sobre la obra de Márquez entendemos que es un espejo de nuestra propia existencia. La historia nos desafía a reconocer que la resignación es una muerte del alma, un capítulo antes de la interrupción real de la vida. La metáfora de la obra de Márquez es un llamado a vivir con determinación y rechazar la resignación como una forma de muerte anticipada, recordándonos que nuestra lucha por la vida define nuestra humanidad hasta el último aliento.
Referencias:
García Márquez, G. (2003). Vivir para contarla. Literatura Random House. (44)
García Márquez, G. (2015). Ojos de perro azul. Random House Mondari, S.A
García Márquez, G. (2015). Ojos de perro azul. Random House Mondadori S. A. (19)
García Márquez, G. (2015). Ojos de perro azul. Random House Mondadori S. A. (11)
García Márquez, G. (2015). Ojos de perro azul. Random House Mondadori S. A. (20)
Real Academia Española. (2024). Catalepsia.
Autores.
Jayler Eliel Victorio Rubio
Yenifer Nikol Castillo Dioses
Marlyn Sevillano Delgado