Karma le dicen. A las tres de la madrugada, una estruendosa explosión sacudió una vivienda del centro poblado Chiclín, en la provincia de Ascope. Se trataba de un hecho extorsivo cuyo protagonista recibió una dosis de justicia.
Las cámaras de seguridad instaladas en el exterior del inmueble captaron el atentado: el sujeto llegó a bordo de un mototaxi y detonó un cartucho de dinamita elaborado de manera artesanal.
Un error de cálculo provocó que la explosión le lesione la mano derecha y en el rostro. Al ruido de la detonación, le siguieron los gritos de dolor del atacante.
Al llegar al lugar, agentes de serenazgo y de la comisaría de Chiclí-Chicama encontraron vidrios destrozados y un camino de sangre que los condujo hasta el extorsionador quien fungía de indigente: se hacia el dormido, en una vereda de la calle Libertad, con el objetivo de despistarlos.
El sujeto fue conducido al hospital de Chocope. Gracias a las cámaras de seguridad fue reconocido como el autor del atentado, por lo que se recupera bajo custodia policial.
El agraviado, denunció que desde hace varios días recibe amenazas de muerte y que antes recibió un mensaje de texto en donde le anunciaban el ataque.
