La ética en la toma de decisiones gerenciales ha adquirido una relevancia sin precedentes en el entorno empresarial contemporáneo. En un mundo cada vez más interconectado y consciente de la responsabilidad social corporativa, los gerentes se enfrentan al desafío de equilibrar los objetivos financieros con los principios éticos.
Según un estudio realizado por la consultora Deloitte en 2023, el 85 % de los consumidores a nivel global consideran la ética y la integridad como factores determinantes al momento de elegir una marca o empresa (Deloitte, 2023).
Este dato refleja la creciente demanda de un comportamiento ético por parte de las organizaciones. Los gerentes, como líderes y tomadores de decisiones, tienen la responsabilidad de establecer un marco ético sólido que guíe las acciones de la empresa.
La ética en la toma de decisiones gerenciales no solo es un imperativo moral, sino que también tiene un impacto directo en la reputación y la rentabilidad de las empresas.
Un informe de la firma de investigación Edelman Trust Barometer (2024) reveló que el 68 % de los consumidores están dispuestos a pagar un precio premium por productos o servicios de empresas que demuestran un compromiso genuino con la ética y la responsabilidad social.
La ética en la toma de decisiones gerenciales no solo es un imperativo moral, sino que también tiene un impacto directo en la reputación y la rentabilidad de las empresas.
Además, el 73 % de los inversores consideran la ética como un factor crucial al tomar decisiones de inversión (Edelman, 2024). Estos datos resaltan la importancia estratégica de la ética en la gestión empresarial.
Ética en la era digital
En la era digital, la ética en la toma de decisiones gerenciales adquiere una dimensión adicional. Con el auge de la inteligencia artificial y el big data, los gerentes deben navegar por cuestiones éticas relacionadas con la privacidad, la seguridad de los datos y la transparencia.
Según un estudio de PwC (2023), el 79 % de los ejecutivos reconocen la necesidad de desarrollar principios éticos robustos para guiar el uso de estas tecnologías disruptivas. La ética debe estar en el centro de la transformación digital de las empresas.
Para fomentar una cultura ética en las organizaciones, es fundamental invertir en la formación y el desarrollo de líderes responsables. Un estudio de la Universidad de Harvard (2023) encontró que las empresas que ofrecen programas de capacitación en ética y liderazgo tienen un 32% menos de incidentes de conducta inapropiada en comparación con aquellas que no lo hacen. Los gerentes deben predicar con el ejemplo y crear un entorno que aliente la toma de decisiones ética en todos los niveles de la organización.
Según un estudio de PwC (2023), el 79 % de los ejecutivos reconocen la necesidad de desarrollar principios éticos robustos para guiar el uso de estas tecnologías disruptivas. La ética debe estar en el centro de la transformación digital de las empresas.
La ética en la toma de decisiones gerenciales es un pilar fundamental para el éxito sostenible de las empresas en el contexto actual. Los datos estadísticos respaldan la creciente importancia de la ética en la gestión empresarial, tanto desde la perspectiva de los consumidores como de los inversores.
Los gerentes tienen la responsabilidad de liderar con integridad, fomentando una cultura ética que guíe las acciones de la organización en un entorno cada vez más complejo y desafiante.
Solo a través de un compromiso genuino con la ética podrán las empresas construir relaciones de confianza duraderas con sus grupos de interés y contribuir positivamente a la sociedad.
Por: Mtro. César Plasencia Briceño
Docente universitario y servidor público