La plaza mayor de Trujillo se transformó en un vibrante escenario de duendes, zombis y superhéroes. Decenas de personas, siguiendo una tradición ya consolidada, se congregaron en el corazón de la ciudad para celebrar Halloween.

La creatividad fue la gran protagonista de una velada donde adultos y niños compitieron en originalidad.

Desde recreaciones clásicas hasta personajes de series actuales, el ingenio popular brilló. Este encuentro masivo, más allá de los sustos falsos y los caramelos, consolida a Trujillo como una ciudad que abraza con entusiasmo las festividades contemporáneas.