Gabriela Sevilla apareció en extrañas circunstancias la madrugada de este viernes, pero la alegría no fue completa. Las primeras informaciones decían que estaba internada en el Hospital Militar, pero no se sabía nada de su hija recién nacida.
Tras varias horas de incertidumbre, la mujer de 30 años se retiró del Hospital Militar junto a sus padres. El ministro del Interior, Willy Huerta, brindó unas declaraciones que conmocionaron a todos al asegura de que Gabriela no estuvo embarazada.
“Después de haber sido atendido clínicamente los médicos determinaron que no estaba embarazada. Los médicos dieron ese diagnóstico. No hubo embarazo. No se ha determinado que tenga golpes, pero la persona no colabora y ha estado renuente a declarar. La policía está investigando y se evalúa poder denunciarla contra la fe pública”, detalló Huerta.
El diario Perú21 tuvo acceso a las declaraciones que la mujer dio a la Fiscalía. Dijo que dio a luz en un ambiente donde se encontraban dos hombres que la amenazaron de muerte si denunciaba el hecho. “Si no los denunciaba, me iban a devolver el cuerpo de mi hija”, contó al fiscal.
Gabriela tomó un taxi la noche del último miércoles 19 tras presentar sangrado vaginal. Llamó a sus padres para comentarles sobre su situación, pero al encontrarse lejos, les pidió encontrarse con ellos en la Clínica Internacional de San Borja. Ella indicó que también le comunicó a su pareja Ramiro Gálvez que tomaría un servicio de taxi hasta el centro médico y que allí los vería.
En su testimonio se detalla que tomó una bolsa de pañales, salió de su casa, caminó unas cuadras y subió a un taxi, del cual no recuerda sus características, solo que era un auto de color oscuro. Gabriela agregó que se percató que el conductor no seguía la ruta que usualmente sigue con dirección a la clínica. Cuando le increpó al chofer, este le dijo que se trataba de un atajo para llegar más rápido. Tras algunos minutos, la mujer dijo que quedó inconsciente.
Gabriela despertó algunas horas después en una habitación junto a dos hombres. Dijo que estaba en el piso pujando para que nazca su bebé, quien, al salir de su vientre, no lloró. Precisó que después de ello se quedó dormida por unas tres horas hasta que un varón le pidió que se retire y la amenazó con asesinarla si acudía a la Policía. Detalló que esta persona le dijo que le devolvería el cuerpo de su hija si no denunciaba el hecho.
La joven agregó que salió de la habitación y se encontró en un descampado, donde caminó 10 cuadras y llegó a un lugar oscuro donde un hombre se le acercó para venderle marihuana. Allí le preguntó la dirección donde se encontraba y el individuo le dijo que estaban en el paradero 8 de Nueva Esperanza.
Tras esta versión, la Defensoría del Pueblo, Ministerio de la Mujer y otras instituciones exigieron una investigación para dar con el paradero de los delincuentes que, hasta entonces, se presumía integraban una red de trata de personas. Hasta Migraciones activó una alerta en los aeropuertos y las fronteras.
Familia desmiente al ministro
Tras las declaraciones de Willy Huertas sobre el estado de gestación de Gabriela Sevilla, en las que indicó que la mujer nunca estuvo embarazada, los familiares de la joven aseguraron que sí se encontraba en estado de gestación y pidieron a las autoridades continuar buscando a la menor desaparecida.