“Soy la mamá del Perú y Acuña es el papá de La Libertad”. Con esta frase y más de 30 grados de temperatura, la presidenta de la República, Dina Boluarte, calentaba el preámbulo de la firma protocolar que marca el inicio de las gestiones, en la modalidad gobierno a gobierno, entre Perú y Canadá, para las obras de la tercera etapa del Proyecto Especial Chavimochic (PECH).
Esta frase fue refrendada por la titular de Agricultura y Riego, Jennifer Contreras, quien intentó minimizar la baja popularidad de la gestión de Boluarte, que supera el 80%. “Esta es la verdadera encuesta”, dijo refiriéndose a la multitud que viajó hasta la presa Palo Redondo, la mayoría trabajadores de empresas agroindustriales y simpatizantes de la gestión de Acuña.
PECH: destrabe y reinicio
Dina Boluarte, César Acuña, el embajador de Canadá y algunos ministros de Estado llegaron en helicópteros del Ejército y levantaron bastante polvo, la metáfora se trasladó a la gestión del gobierno central: “vamos a destrabar más proyectos a favor de los peruanos, porque en mi gobierno no hay corrupción”, dijo la presidenta.
En esa línea, explicó que el después de 7 años de espera, la ejecución del Proyecto Especial Chavimochic (III Etapa) ve la luz con una inversión que supera los 420 millones de dólares, aunque en el banner instalado en el fondo del escenario se leía 750 millones de dólares de inversión total.
El contrato gobierno a gobierno está enmarcado en el proceso de contratación de asistencia técnica para culminar la presa Palo Redondo y la tercera fase del Sifón. La Corporación Comercial Canadiense, agente del gobierno de Canadá, será la entidad encargada de terminar la obra, que fuera paralizada en el 2015. Al proceso se presentaron cuatro países.
También se generarán más de 150 mil puestos de trabajo, la ampliación de 30 mil hectáreas nuevas para la agricultura y la dotación de agua potable y energía eléctrica para toda la provincia de Virú, según explicó el gobernador de La Libertad
“No solo va a ganar la Libertad, sino también todo el país, pues ese dinero servirá para construir más escuelas y más establecimientos de salud”, dijo Acuña, eufórico y la voz áspera.
Las obras del Proyecto Especial Chavimochic buscan aprovechar el potencial hídrico del río Santa en la atención de las demandas de agua de riego de 144.385 hectáreas de los valles de Chao, Virú, Moche y Chicama, en la solución del desabastecimiento de agua potable para Trujillo con la construcción de una planta de tratamiento, así como en la generación de energía eléctrica para dar servicio a todos los pueblos de la provincia de Virú.