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Cuatro pedidos de vacancia: gestión de Dina Boluarte herida de muerte por la ola de inseguridad

La creciente violencia delictiva, catalizada por un atentado contra Agua Marina, dejó sin respaldo político de la presidenta: bancadas que antes la blindaban, ahora suman 100 votos contra mociones por "incapacidad moral permanente".

La crisis de inseguridad ciudadana detona una bomba de tiempo en el Congreso de la República, y pone al gobierno de Dina Boluarte contra las cuerdas.

Dina Boluarte se queda sola: sus aliados le dieron la espalda

Lo que hasta hace semanas era un respaldo fragmentado, pero suficiente para gobernar, hoy se convirtió en un abandono masivo. Bancadas clave como Alianza Para el Progreso (APP), Fuerza Popular, Avanza País y Somos Perú han retirado su apoyo y, a través de comunicados oficiales, han confirmado que respaldarán los pedidos vacancia presidencial.

El quiebre se formalizó con la presentación de cuatro mociones que buscan declarar la «permanente incapacidad moral de la presidenta», amparándose en el artículo 113.2 de la Constitución. El objetivo es claro: aplicar el artículo 115 para activar la sucesión presidencial y poner fin a su mandato.

Esta ofensiva parlamentaria no surge en el vacío. Se alimenta del hartazgo ciudadano ante una criminalidad que las cifras oficiales confirman.

Lo que hasta hace semanas era un respaldo fragmentado, pero suficiente para gobernar, hoy se convirtió en un abandono masivo. Bancadas clave como Alianza Para el Progreso (APP), Fuerza Popular, Avanza País y Somos Perú han retirado su apoyo.

Según el último informe técnico del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) sobre Seguridad Ciudadana, en el último semestre, el 27.2% de la población urbana a nivel nacional fue víctima de algún hecho delictivo. La percepción de inseguridad es aún más abrumadora: 8 de cada 10 peruanos se sienten inseguros en su ciudad.

«Los peruanos viven en pánico permanente debido a la falta de liderazgo de Boluarte», sentenció la congresista Norma Yarrow (Avanza País), una de las principales promotoras de la vacancia, a quien calificó como una «mujer incapaz que no tiene ganas de gobernar».

El atentado que derramó el vaso

El punto de inflexión fue el reciente atentado contra la popular agrupación de cumbia Agua Marina, que dejó a cuatro de sus integrantes heridos de bala en un aparente ataque extorsivo. Este hecho sacó el problema de las páginas policiales y lo puso en el centro del debate nacional.

Dina Boluarte

La reacción del Ejecutivo agravó la situación. La presidenta Boluarte pidió a los ciudadanos no responder a llamadas de extorsión, un comentario que fue duramente criticado por su desconexión con la realidad. «Desde Palacio de Gobierno es fácil decir eso, pero si no contestas, te ponen una dinamita o te matan», replicó el congresista Diego Bazán (Avanza País), reflejando la indignación popular.

El mundo artístico, usualmente ajeno a la política, también alzó su voz. Figuras como Gian Marco, Tony Succar y el Grupo 5 condenaron la inacción del gobierno. En redes sociales, la frustración se ha canalizado en la convocatoria a una marcha nacional este miércoles 15 de octubre.

Dina Boluarte: oportunismo político y un futuro incierto

Sin embargo, no todas las críticas apuntan únicamente a la presidenta. La congresista Susel Paredes, si bien anunció que firmará todas las mociones, cuestionó el súbito cambio de postura de sus colegas. «¿Recién se dan cuenta que es incapaz?«, ironizó, recordando que en abril intentó sin éxito presentar una moción similar por falta de apoyo.

Para que la vacancia proceda, se necesita un largo camino. Primero, la admisión a debate de la moción requiere 52 votos. Luego, para destituir a la presidenta, se necesita una mayoría calificada de 87 votos.

Aunque el número de firmantes en las mociones actuales es amplio y multipartidario, alcanzar los 87 votos sigue siendo un desafío que pondrá a prueba las nuevas y frágiles alianzas en el fragmentado parlamento peruano.

Por Lucero Pérez.