El comercio electrónico en Perú ha experimentado una transformación radical en los últimos años, catalizada especialmente por la pandemia de COVID-19; este cambio no solo ha modificado los hábitos de consumo de los peruanos, sino que ha planteado nuevos desafíos y oportunidades en la gestión logística y la experiencia del cliente.
Comercio electrónico y la transformación empresarial
La adopción masiva del comercio electrónico ha evidenciado las limitaciones de la infraestructura logística tradicional peruana. Las empresas han tenido que adaptar rápidamente sus operaciones para satisfacer la creciente demanda de entregas a domicilio, enfrentando desafíos como la compleja geografía nacional, la informalidad en el transporte y la concentración de servicios en Lima. La necesidad de mantener la competitividad ha impulsado inversiones significativas en tecnología, automatización de almacenes y sistemas de gestión de inventarios más atractivos.

El desarrollo de tiendas oscuras y centros de distribución estratégicamente ubicados está revolucionando la última milla de entrega. Empresas como Saga Falabella, Ripley y Mercado Libre han implementado modelos híbridos que combinan el almacenamiento tradicional con microcentros de cumplimiento en zonas urbanas, reduciendo significativamente los tiempos de entrega y mejorando la satisfacción del cliente.

La experiencia del cliente se ha convertido en la clave diferenciadora en este nuevo comercio digital. Los consumidores peruanos, cada vez más exigentes, exigen no solo entregas rápidas sino también transparencia en el seguimiento de sus pedidos, políticas de devolución flexibles y una experiencia de compra fluida en múltiples canales. Las empresas que han logrado integrar exitosamente sus canales físicos y digitales están captando mayor participación de mercado.
La digitalización de los pagos representa otro pilar fundamental de esta transformación. La adopción de billeteras digitales como Yape y Plin, junto con el crecimiento de las fintech, ha democratizado el acceso al comercio electrónico, incorporando a segmentos previamente desatendidos por el sistema financiero tradicional.

Sin embargo, persisten desafíos significativos. La brecha digital entre zonas urbanas y rurales, las limitaciones en la conectividad a internet y la desconfianza de algunos consumidores hacia las transacciones en línea siguen siendo obstáculos para la expansión del comercio electrónico en el interior del país. Además, la necesidad de profesionales especializados en logística digital y análisis de datos presenta un reto para las empresas en proceso de transformación.
El comercio electrónico y su futuro
Mirando hacia el futuro, la evolución del comercio electrónico en Perú dependerá de la capacidad de las empresas para innovar en sus modelos logísticos y mejorar continuamente la experiencia del cliente. La implementación de tecnologías emergentes como la inteligencia artificial para la optimización de rutas, el blockchain para la trazabilidad de productos y la automatización de procesos serán fundamentales para mantenerse competitivo en este mercado en constante evolución.
El comercio electrónico ha dejado de ser una alternativa para convertirse en una necesidad estratégica para las empresas peruanas. Aquellas que logren adaptarse rápidamente a esta nueva realidad, invirtiendo en infraestructura logística y tecnología centrada en el cliente, estarán mejor posicionadas para capitalizar las oportunidades que ofrece esta revolución digital en el mercado peruano.
Por: Mtro. César Plasencia Briceño
Docente universitario y servidor público