La quebrada del cerro Cabras nace en la montaña del mismo nombre, a pocos metros de la zona urbana del distrito La Esperanza, en Trujillo, Perú. Cada vez que llueve con intensidad, el afluente se carga y empieza su poder destructor.
La quebrada del cerro Cabras tenía un atajador natural: dunas. En su faldas y, en especial, en parte más baja, acumulaba arena fina, la cual servía como amortiguamiento cuando discurre agua.
Con el pasar de los años y debido a actividades ilícitas, que han contado con la complicidad de autoridades, inescrupulosos han montado un negocio de venta de esa arena. Así, de manera sistemática, se ha retirado ese material empleado en construcción.
De esta forma, el cerro Cabras se quedó sin su defensa natural, y la población quedó expuesta y a merced de la naturaleza. En este mapa, elaborado por BuenaPepa, conozca los aspectos más significativos de la quebrada del cerro Cabras y su impacto en la colectividad, en especial, en Wichanzao.