El ciclón Yaku no solo dejó afectaciones humanas y materiales. Es decir, muertes y pérdidas de propiedades públicas y privadas; si no que, además, laceró la salud mental de miles de peruanos.
La salud mental es un componente fundamental del bienestar de las personas. Según la Organización Mundial de Salud (OMS) es un estado de confianza y seguridad en el que la persona realiza sus capacidades y es capaz de hacer frente al estrés normal de la vida, de trabajar de forma productiva y de contribuir a su comunidad.
El Ministerio de Salud (Minsa) reveló que, durante el primer trimestre de 2023, tiempo en el que el ciclón Yaku desató su furia en las costas del Perú, se incrementaron los problemas de salud mental en un 64 % en las regiones afectadas por las precipitaciones, en comparación con el primer trimestre del 2022.
La salud mental es un estado de confianza y seguridad en el que la persona realiza sus capacidades y es capaz de hacer frente al estrés normal de la vida, de trabajar de forma productiva y de contribuir a su comunidad.
Los departamentos que advirtieron un aumento de casos atendidos por problemas de salud son La Libertad con 8277 casos (64 %), Arequipa con 5063 (27.3 %), Ica con 3708 (44 %), San Martín 2795 (35 %), Cajamarca 2918 (44 %), Piura 1999 (16 %), entre otros.
Inversión por Yaku
Para combatir esas secuelas, el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) transfirió unos 52 millones de soles a favor del Minsa y diversos gobiernos regionales para financiar estrategias que atiendan el problema de salud mental de la población.
El decreto supremo (DS) 108-2023 del MEF publicado hoy, domingo 4 de junio, en el diario El Peruano ha aprobado esta operación en el presupuesto para el año fiscal 2023.
Los recursos de la transferencia de partidas no podrán ser destinados, bajo responsabilidad, a fines distintos para los cuales son autorizados. Si las autoridades lo hacen estarían cometiendo el delito de malversación de fondos.
El detalle de los recursos aprobados en la transferencia se encuentra en el anexo: “Transferencia de partidas a favor del Minsa y de diversos gobiernos regionales”, el cual se publica hoy en los portales institucionales del MEF (www.gob.pe/mef) y del Minsa (www.gob.pe/minsa).
Salud mental al detalle
Respecto a las enfermedades que perjudican la salud mental de las personas afectadas por las lluvias, el Minsa reportó que los casos atendidos por depresión se incrementaron en promedio 21.6%. Las jurisdicciones más afectadas por estas patologías son La Libertad (36.3%) y Arequipa (34.5%).
Además, los trastornos de ansiedad y estrés agudo crecieron en 19.1%, mientras que los casos por intento de suicidio pasaron de 11 a 36 en Pasco, de 27 a 47 en Loreto, de 19 a 42 en Lima provincias, de 39 a 60 en Lima Norte y de 46 a 70 en Junín.
Del mismo modo, se registró un incremento en el número de casos atendidos por síndrome de maltrato, principalmente en Cajamarca (79.1 %), San Martín (76.6 %), Lima Este (70.7 %), Áncash (60.2 %) y La Libertad (40.1 %).
Esta situación se desencadena porque durante la emergencia por los desastres naturales, miles de familias perdieron seres queridos, sufrieron daños a sus pertenencias, pérdida de sus viviendas y se afectó su trabajo y actividad económica.
Llueve sobre mojado
El Minsa, también, reconoció que los centros de salud mental comunitaria de Piura, Arequipa, Lambayeque, Tumbes y La Libertad han sido afectados en su infraestructura y equipamiento por las lluvias e inundaciones.
El deterioro de estos espacios afectó, sin duda, de manera negativa la atención de cientos de personas. Si a ello, se le suma los problemas que arrastra por años el sistema de atención de salud del Perú, el panorama es horrible.
De acuerdo a la Organización Panamericana de la Salud, un desastre provocado por un fenómeno natural agranda la prevalencia de problemas de salud mental leves o moderados en un 15 % a un 20 %, mientras que los casos graves aumentan en un 4 %.