Ver como un niño de nuestra serranía descubre, desde su inocencia, la magia del cine y trata de hacer crecer en su comunidad esa fascinación, es tan tierno y estimulante que nos permite disfrutar de una muy buena película peruana.
Willaq Pirqa, el cine de mi pueblo (César Galindo, 2022) es la historia de Sistu, su familia, su comunidad y la importante relación que llegan a establecer con el cine. Es una película interesante, bella, sencilla y, sobre todo, conmovedora.
Se podría establecer una relación con el filme italiano Cinema Paradiso, pero estaríamos menospreciando a la cinta peruana-boliviana. Sí existe una referencia a la obra europea y otras producciones; pero, a pesar de ello, Willaq Pirqa guarda su propia esencia, un contexto propio: la de una comunidad quechuahablante que viven alejada de las grandes ciudades y aún desconocen muchos elementos de la modernidad.
Así, muestra los hermosos paisajes de la sierra, las actividades propias de estos lugares (cultivos, escuela, traslados en distancias enormes para llegar a un pueblo, los mercaditos de fines de semana) todo estos espacios graficados de una manera fiel, sin llegar a tener ese aire de cine documental.
La visión de un niño nos da ese aire fresco, gracioso y conmovedor. Los pobladores de Maras o Paccahuaynaccolca en el Cusco se convirtieron en parte del elenco y le otorgan ese toque de realidad que nos acerca aún más a la historia.
El tener a un niño de protagonista, quien llega a conectar con los espectadores, siempre es un plus en el cine peruano. Sumado a ello la naturalidad que le imprime Víctor Acuario en su interpretación de Sistu nos conmueve y enternece.
Punto a parte también se debe dar a Mamá Simona y al proyeccionista, pues son dos personajes muy bien desarrollados que ayudan/complementan al crecimiento de protagonista.
Con la intención de ofrecer un final feliz, la historia culmina con un cierre conmovedor. Por momentos trágica, otras triste y, además, graciosa Willaq Pirqa es una muy buena cinta para visionar en familia. Aún la podemos encontrar en el cine, así que si tienen ganas de ver una bonita historia que les lleguen a la fibra del alma aquí hay un camino.