Pacasmayo, fundada en 1785, esconde un balneario repleto de cultura, historia y actividades turísticas que, para los ojos de sus visitantes y lugareños, es un sinfín de emociones y nuevas experiencias.
Un puerto convertido en uno de los lugares más representativos del norte peruano gracias a su geografía, su historia, sus misterios, su gente y sus playas perfectas.
Una bienvenida pacífica
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El Paseo de la Paz, inaugurado en marzo de 2001, recibe a los visitantes. La obra es una alegoría al tratado de paz entre Perú y Ecuador.
El parque ofrece una experiencia que siembra curiosidad por su infraestructura y permite que las familias respiren naturaleza.
Caminando cerca del mar
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El Malecón Grau pasó
por varias facetas desde su construcción en 1898, donde se diseñó como una vereda a la ribera
del mar.
En 1942 se instalaron barandas y farolas blancas, para finalizar con una última inauguración en 1999.
El Cristo que lo ve todo
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When it comes to route planning, the more the merrier. You’ll have a bunch of different ideas to choose from.
El Mirador del Cristo Resucitado está ubicado en un acantilado a pocos metros de la playa.
Estatua mide 8 metros
y fue esculpida por
artista Juan Ancajima Rumiche en 1983.
Ofrece un panorama de
la bahía y la ciudad de aproximadamente 5.5 km de extensión. Los lugareños y turistas describen la vista como una de las mejores del Perú.
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Un muelle que enfrenta al tiempo
El tiempo y la naturaleza no le perdonaron la vida a este viejo corredor marino.
Su extensión se ha reducido producto de los fuertes oleajes que lo azotaron por décadas.
De medir 773 metros de longitud ahora solo cuenta con 424 metros.
En su construcción se utilizó el sistema inglésMitchell, que consiste en el acople de pilotes de madera para sostener la superficie. Es el único de pie de este tipo en el Perú.
El pase al muelle está restringido y solo se les permite acceder a los pescadores. Esto se debe a su precariedad.
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El restaurantehuaquero de un pescador
El Tabaris es uno de los restaurantes emblemáticos de Pacasmayo, no solo por sus platos, sino por toda la historia que guarda.
Miguel Castañeda Zamora recibe a sus clientes en la calle Adolfo King. El Tabaris destaca por sus platos y por su rica historia.
El local exhibe repisas repletas de huacos de la colección personal del señor Miguel.
En Pacasmayo hay múltiples zonas que se han urbanizado sobre cementerios antiguos, profanados por los huaqueros.
En el restaurante se aprencian fotografías de la Empresa Nacional de Puertos que operó en el muelle pacasmayino, y donde el señor Miguel trabajó.
Hace 45 años, El Tabaris
era una cantina donde pescadores llegaban a picar sudados, ceviches, fritos de chita, lenguado, robalo y tollo. Ahora es un espacio de estupenda sazón.
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Capital de deportes náuticos
hay múltiples zonas que se han urbanizado sobre cementerios antiguos, profanados por los huaqueros.
A Pacasmayo se le conoce por su larga ola, la cual fue recorrida por los mochicas y chimúes, hace más de 1000 años, con sus caballitos de totora.
El surfista pacasmayino Otto Montoya Reategui, con una trayectoria de 57 años, recorre las olas del puerto.
Entre los deportes que más se practican en sus playas figuran el surf, windsurf y kite surf.
Sin embargo, Pacasmayo es uno de los destinos ideales para el windsurf.
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Ferrocarril cultural
La antigua estación del ferrocarril es uno de los lugares que expone la riqueza económica de la que gozaba la ciudad a finales siglo XIX e inicios del siglo XX. Situada en la av. 28 de Julio se empleó para el transporte público; pero, sobre todo, el comercio y la minería.
Se construyó en 1871 y fue administrado, en sus inicios, por el gobierno peruano, para luego pasar a manos la Peruvian Coporation LTD.
Cuenta con una sala donde exponen restos paleontológicos, obras de arte, dispositivos mecánicos y cerámicas.
El edificio es administrado por el Ministerio de Cultura. Se dictan talleres artísticos y fotografía para todas las edades.
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Playa del sur
A la playa El Faro se puede acceder por la orilla o por un acantilado. Debido a las dunas es un camino lleno de emoción.
El faro se puede apreciar a varios kilómetros de distancia.
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Experiencia gratificante
El chileno Nestor Espinoza recorre el mundo y está encantado con Pacasmayo por lo amable de su gente y la rica comida. Disfruta de la playa y de la tranquilidad de la ciudad: pequeña, con poca contaminación y escaso caos.
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Un cafetín y un chifa
El restaurante Café Café, en la calle Dos de Mayo, desde 1979, ofrece no solo comida, sino una experiencia única.
Solo se escucha música a medio volumen, para dar sensaciones llenas de relajamiento. Toda esta ambientación acompaña a una comida original