Al rechazo social al que se enfrenta desde que asumió su mandato, la presidenta Dina Boluarte ahora tiene que asumir los cambios impuestos en su gabinete, con dos ministros renunciando en menos de 10 días. Vicente Romero, ministro del Interior, y la excanciller Ana Gervasi son los últimos en abandonar el Ejecutivo.
Vicente Romero: un final anticipado
Romero fue forzado a presentar su renuncia la noche del miércoles 15 de noviembre tras ser censurado, con 75 votos a favor, por la ola de inseguridad ciudadana que azota el país y la percepción de falta de acciones concretas para combatirla.
Gervasi, por su parte, dimitió tras el anuncio de una inexistente reunión bilateral programada entre Boluarte y el presidente estadounidense, Joe Biden. Desde que Boluarte tomó las riendas del gobierno, hace casi un año, ha habido 22 cambios ministeriales, incluidos los dos más recientes. Esto supera el número de cambios de gabinete de su predecesor, Pedro Castillo.
Dina Boluarte superó a Pedro Castillo
Los cambios no se limitan a los ministerios de Interior y Cancillería. Patricia Correa, la otrora cabeza del Ministerio de Educación, fue reemplazada por Óscar Becerra, cuyo mandato fue manchado por controversias, como el uso de declaraciones despectivas hacia las mujeres aimaras, la solicitud de separación del país de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y una polémica propuesta de instaurar la pena de muerte en el país.
Siguiendo los pasos de estos ministros, Leslie Urteaga —quien dirige el Ministerio de Cultura—, ha recibido fuertes críticas por ignorar citas y recibir al controvertido grupo extremista ‘La Resistencia’.
El Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo, que ha visto pasar a varias cabezas, y el Ministerio de Producción con cambios radicales, también reflejan la inestabilidad característica del gobierno de Boluarte.
Los únicos ministerios que han logrado mantener la constancia en su liderazgo son los de Economía; Energía y Minas; Vivienda; Ambiente; y Desarrollo e Inclusión Social.
Esta inestabilidad en la administración de Boluarte subraya los múltiples desafíos que enfrenta su gobierno para consolidarse en el poder.