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Ventanas coloniales: un registro visual de las diversas variantes de este atractivo de Trujillo

La capital de La Libertad exhibe una atractiva arquitectura que encandila a propios y extraños. Ello debido, entre otros, aspectos a las ventanas coloniales.

Trujillo se parece a tantas ciudades del Perú. Por ejemplo, de Lima comparten su condición amurallada, ese cerco que se construyó para protegerse del ataque de los piratas. Sin embargo, también expresa rasgos únicos que la convierten en una urbe sin parangón. Una de estas características son sus ventanales.

Si Lima es conocida por sus inmensos balcones, Trujillo lo es por sus ventanas singulares. Así, el Centro Histórico de Trujillo se encuentra declarado como zona monumental integrante del Patrimonio Cultural de la Nación. Su declaración y conservación se fundamenta por su valor urbanístico de conjunto, por el valor documental histórico y artístico, y porque cuenta con un número apreciable de monumentos y ambientes urbano monumentales. Uno de estos ambientes lo conforman las múltiples ventanas coloniales-republicanas.

Las ventanas trujillanas con su bello enrejado fueron originalmente de estilo colonial, ahora republicanas. Sus grandes dimensiones expresan majestuosidad, lujo, grandeza, poder. En su belleza arquitectónica y ornamental se encuentran indicios artísticos barrocos. En Perú no hay otra ciudad cuyas edificaciones se hayan pulido tanto con el diseño de las ventanas con esta condición artesanal de filigrana, en parte debido a sus condiciones climáticas extremas el gran ventanal primero es por un tema bioclimático, favoreciendo el traslado del aire dentro de la casa grande mediando entre interiores y patios.

Delia Bayona articulista arquitectónica de ArchDaily Perú, identifica las diferentes variantes en la tipología de la ventana trujillana.

–  Uso: ventana con balcón – ventana asiento – ventana clásica única

–  Piel : rejas – madera – vidrio – enredadera – textil (vestidas)

–  Diseño: adornadas y curvilíneas – lineales y finas

–  Volumen: saliente hacia la calle – pegada al muro    

–  Altura: al nivel de suelo – suspendidas

–  Ubicación: exteriores – interiores  

–  Textura: trasparentes – opacas

–  Valor: cuidadas – descuidadas

–  Transformadas: selladas, vitrinas, estantes

Venga, pase y vea.

Los ventanales emblemáticos tienen rasgos en común que los identifican. Son ventanas sobresalidas hechas en fierro forjado, postigos con celosías de madera y asientos internos. Alturas de gran tamaño rectangular manifiestan el manejo de la escala a nivel urbano.( Foto: Ivan Orbegoso)
Los ventanales emblemáticos tienen rasgos en común que los identifican. Son ventanas sobresalidas hechas en fierro forjado, postigos con celosías de madera y asientos internos. Alturas de gran tamaño rectangular manifiestan el manejo de la escala a nivel urbano. (Foto: Ivan Orbegoso)
Desde el interior la ventana funciona como el principal foco de luz de una sala. Sus usos son diversos, desde iluminar, ventilar, enmarcar, contener, dar cobijo, ser asiento, ser balcón…(Foto: Ivan Orbegoso)
En Colombia, en la bella ciudad de Cartagena de Indias, las ventanas tienen grandes proporciones parecidas, conservando su cerramiento de balaustres de madera coloniales; mientras que en México, en la ciudad de Campeche podemos encontrar ventanas con coronaciones de yeso semejantes. (Foto: Ivan Orbegoso)
La variación de una ventana puede estar condicionada por el simple hecho de estar en otro territorio y otra cultura.(Foto: Ivan Orbegoso)
Existen en Trujillo más de 310 ventanas salidas solo en el centro histórico de Trujillo. ( Foto: Ivan Orbegoso)
Una característica propia de las zonas donde se encuentra dicha ventana es su necesidad ambiental de protección de lluvias. Dichas ventanas se encuentran en zonas de temperaturas tropicales, es decir relativamente elevadas y húmedas.(Foto: Ivan Orbegoso)
Inmediatamente después de la fundación de la ciudad de Trujillo, los españoles más ricos se vieron atraídos por el “nuevo mundo” e hicieron construir magníficos edificios coloniales. Estas venían con sus majestuosas ventanas coloniales. (Foto:Ivan Orbegoso)
La variopinta historia de Trujillo y sus alrededores aún puede rastrearse hoy en día a través de numerosos edificios históricos de una gran variedad de culturas. Una de ellas son, sin duda, sus ventanas coloniales. (Foto: Ivan Orbegoso)
Los trujillanos, para Adolf Loos, serían excelsos criminales arquitectónicos, pues no solo mantuvieron sus ventanas ornamentadas, sino que las reprodujeron, transformaron y adaptaron. (Foto: Ivan Orbegoso)
La Ventana colonial en cuestión está presente en Hispanoamérica y regiones del sur de España. Se encuentran en las calles de Campeche en México; Cartagena de Indias y Mompox en Colombia; Caracas y El Coro en Venezuela; Trinidad de Cuba en Cuba; Lima, Trujillo, Lambayeque, Chiclayo y Piura, en Perú; San Juan en Puerto Rico; Santo Domingo en República Dominicana; Sevilla y Granada en España.(Foto: Ivan Orbegoso)
Lo más notable de la arquitectura Trujillana son sus ventanas de reja. Son muy grandes, largas y bajas, con sus repisas y sombreros salientes como las de Lima, pero más elegantes. Algunas son monumentales por sus dimensiones, por el juego arquitectónico de sus apoyos y por la altura y la forma ostentosa de los casquetes, que las cubren y que toman el nombre de “coronelas. (Foto: Ivan Orbegoso)
Las ventanas coloniales se caracterizan por ser de fierro forjado y por su grandeza desde el suelo hasta llegar al dintel o techo. ( Foto: Ivan Orbegoso)
¿Es un elemento social la ventana Trujillana? Esto se ejemplifica en no solo su distribución por la región hispanoamericana, sino también en su variación. La adaptación a nuevos materiales y su distribución más allá de lo que es el centro histórico. Implica una necesidad de los trujillanos por cargarla y llevarla consigo cual crucifijo. (Foto: Ivan Orbegoso)
Iván Orbegoso
Iván Orbegoso
Nació en un lugar donde no se cultivan manzanas, pero si las ganas de superarse. Emigró a la ciudad donde habían otras frutas, pero no eran gratis. Así que tuvo que trabajar y estudiar mucho. Ingresó a la Universidad Nacional de Trujillo donde su refrigerio era jugo de naranja. Allí se enamoró de la fotografía cuando disparó a un canasto lleno de frutas frescas. Llegó a trabajar en el Diario La Industria de Trujillo donde le sacó el jugo a todas las comisiones. El 2020, la mejor pepa le llegó con el Gran Premio Nacional de Periodismo por una pepaza fotográfica sobre las protestas agrarias en Virú, La Libertad.